Aventuras nómadas -Parte II Aventuras por el desierto - Relatos Eróticos

Aventuras nómadas -Parte II Aventuras por el desierto

... tenía? -Leo- quince, al menos ya me dejaba tocarle el chochito, no mucho, pero algo… joder cuando ya habias llegado hacer algo, apareces tu… -Beni- no pasa nada… ¿te la chupaba? -Leo- si ya la tenía convencida de que me la chupara, pero le daba algo de corte… -Beni- estaba rica… te la tocaba -Leo- sí, ya me la tocaba un poco y me masturba delante de ella… y si, estaba muy rica, buen culo, como a mí me gusta y buen conejo… Beni cambio de tema y le fue hablando de muchas cosas, cosas muy interesantes que a Leo le gustaba. Le hablo de la famosa Atlantis y como él estaba investigando sobre ella, así el viaje a Leo se le hizo más ameno hasta llegar a la pequeña aldea. Llegaron al hotel, muy humilde y sencillo. Cinco habitaciones de una sola cama, a los dos no les importo. Beni dejo a su hijo en el hotel para que descansara y el fue a buscar a contratar un par de camello y un guía. En el hotel le dijo a Leo que a las seis saldrían para ir a los restos que fuera una antigua población y allí pasarían la noche. Cenaron y los dos se acostaron muy cansados. Muy temprano se levantaron y ya los dos guías les esperaban. Eran padre e hijo quien les iba a llevar a las famosas ruinas arqueológicas. Para Leo era su primera vez que iba en camello, al rato prefirió ir a pie. Después de hora y media, Beni dijo de descansar un poco y padre e hijo prepararon la tienda. Solo Beni entendía el árabe. Beni les invito a que les acompañaran en la comida. Le dijo a su hijo que quedaba algo más de una ...

... hora. Leo miraba a padre e hijo, el padre de piel clara como el hijo, bigote, delgado como el hijo… Llegaron a las ruinas de una antigua población árabe, en la cual quedaban las casas de adobe, las ruinas de una mezquita, el torreón de un castillo… padre e hijo estuvieron viendo aquel lugar que Beni conocía gracias a amigos de él y que era un lugar con mucho encanto. Beni mando a su hijo que dibujara la mezquita que aun guardaba su estructura con ladrillo árabe. Él se puso a recoger notas y hacer fotografías. Los dos guías que habían ido con ellos, prepararon la comida, para la hora llamarles. Los cuatro comieron juntos y tomaren e, algo que ya Leo le empezaba a gustar. Beni se dio cuenta en lo mucho que los dos guías, padre e hijo miraban a su hijo, pensó que esos dos querían algo más de ello, pero en ese momento no quiso y levantándose llamo a su hijo que le siguiera. No quiso decirle nada de aquello, porque no se había dado cuenta. Beni continuo haciendo fotos y tomando apuntes en su cuaderno, mientras Leo dibujaba. Leo se cansó un poco de dibujar y levantándose, decidió investigar aquel lugar. Se fue metiéndose en las casas, que por supuesto no había nada en ellas, algunas de adobe, otras de ladrillo. Fue hacia la mezquita, vio entrar en ella a los dos guías, padre e hijo y decidió seguirles sin que ellos se dieran cuenta. En la mezquita solo estaba la estructura y por un agujero vio como padre e hijo se inclinaban para hacer sus necesidades, les vio a ambos el trasero, pero ...