Como dejamos la monotonia
Fecha: 18/05/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Como rompimos la monotonía
Hoy quiero relatarles la historia de cómo mi pareja y yo decidimos darle un giro radical a la monotonía sexual marital en la cual estábamos sumergiéndonos y que estaba por apagar ese fuego y pasión sin límites que teníamos al principio de nuestra relación.
Bien amigos inicialmente debo decirles que somos un matrimonio con quince años de casados. Ella de 38 y yo de cuarenta. Mi esposa en general sin ser una diosa o modelo tiene un bonito cuerpo y un rostro muy hermoso.
Nuestra relación en general es muy buena y sexualmente hablando también lo es, aunque ella solo mentalmente es abierta a las fantasías, en realidad fantaseamos juntos a la hora de tener sexo, nuestras fantasías favoritas son recordar a las parejas que tuvimos, anteriores a nuestro matrimonio… recordar aquello mientras hacemos el amor nos pone muy pero muy cachondos.
Es así que una fantasía favorita de los dos viene a ser que durante el acto sexual le vaya preguntando como lo hacia con el ultimo de sus novios, aunque ella no tuvo mas que dos y solo con el anterior a mi persona tuvo sexo. Sin embargo lo hizo cuando estaba muy joven aun, lo que refiere que era solo satisfacción genital y no una sexualidad plena, ella misma lo reconoce así.
Ahora bien, una fantasía suya radica en que quisiera volver a encontrarse con aquel personaje y hacerle el amor con toda la experiencia ahora adquirida, aquella idea nos ponía a mil cada que teníamos sexo; por mi parte al considerar ...
... esta idea sentía una sensación un poco extraña de celos por una parte, pero también de morbo al pensar en compartir a mi esposa…en fin hasta ahí solo eran fantasías.
En eso un día de esos mi esposa me comenta que había recibido la comunicación de que un compañero de estudios de antaño venia a visitarla y que llegaría en el transcurso de los siguientes días que si podíamos hospedarlo ya que venia a realizar algunos tramites que le llevarían algo de demora. Y yo le dije por supuesto que si, ya que tengo la política de que los amigos de ella son también amigos míos y así quedamos que al respecto no existía ningún problema.
Y bien a los dos días aproximadamente al volver del trabajo me encuentro que el amigo del que me hablo mi esposa ya había arribado a nuestra ciudad y se encontraba precisamente en nuestra casa, el cual en términos generales me pareció un buen tipo, denotaba ser muy respetuoso y atento, charlamos un poco aprovechando el almuerzo y claro yo le invite a que fuera nuestro huésped y que mi esposa le tendría una habitación lista para la hora de descanso y así retorne nuevamente al trabajo, mientras los dos mi esposa y el se quedaron platicando muy amenamente recordando algunas anécdotas que tuvieron ellos.
Al finalizar mi jornada ya de retorno en mi domicilio, mi esposa había preparado una excelente cena en honor a nuestro invitado…y durante la cena charlamos un poco de todo, particularmente de los años de estudio que tuvieron la platica fue muy amena, un ...