Como dejamos la monotonia - Relatos Eróticos

Como dejamos la monotonia

... para el almuerzo que no iba a poder acompañarnos ya que debía reunirse con algunos conocidos que había encontrado en el lugar. Bueno no hay problema dijo mi esposa, pero a condición de que no falte a la cena que ella iba a preparar especialmente para el, le dijo mi esposa con un brillo muy sexy de sus ojos…esta bien no faltare dijo Miguel y nos despedimos cada quien a cumplir con sus quehaceres.

Ya solos mi esposa y yo, nos pusimos manos a la obra para el plan de la noche…no sin antes cachondearnos mutuamente pero solo con las miradas cómplices sin decirnos nada. En cuanto a mi me ocupe de que el closet que dominaba todo el frente de nuestro dormitorio se convierta un lugar cómodo y seguro para poder vigilar y ver con total comodidad todo lo que pase en la gran noche, me ocupe de que la cámara tenga un buen lugar y principalmente el mejor plano para poder registrar ese momento y así fue.

Mientras tanto mi esposa se fue de mercado para completar sus compras también para la gran noche. Cuando hubo llegado la recibí con un morbo bien cargado y apenas entro me abalance sobre ella nos besamos y acariciamos como nunca…quise poseerla en ese momento pero ella me aparto diciéndome que no, ahora no; debes guardar todas las ganas para después de que termine el plan preparado mi amor, me dijo yo también estoy mentalizándome para aquello…Ufff, me dejo con todas las ganas del mundo. Pero si que tenia razón había que mantener la cachondez que generaba la idea de ver cumplida nuestra ...

... fantasía.

Bien ya llegada el atardecer casi ya empezando la noche llega Miguel y sale mi esposa a recibirlo con un disimulado beso en la mejilla pero sospechosamente muy cerca de la boca de el, que creo le sorprendió en fin. Ya para cuando el llego la mesa ya estaba preparada con bastante vino y un churrasco muy apetecible además de una buena botella de ron de la que mi esposa era fanática.

Comieron hablaron y rieron de muy buen agrado durante la degustación yo pude oírlos y verlos desde mi escondite ya que el closet era un mueble que separaba prácticamente el espacio entre la sala y nuestro dormitorio así que tenia ambos panoramas dentro mi campo visual.

Paso un buen rato en el que Miguel, debo reconocerlo se porto muy caballerosamente, a pesar de que mi esposa en cada oportunidad que era necesario pasar por su lado se le insinuaba pero muy sutilmente como que lanzando su anzuelo ya que además se vistió para la ocasión con un conjunto de dos piezas algo formal pero muy sexy a la ves con una falda algo corta y una blusita que denotaba un generoso escote. Y es en ese momento en el que Miguel la observa y le dice que esta muy guapa y que al parecer el matrimonio le ha sentado muy bien a ella y no encuentra respuesta el porque se había perdido de una mujer como ella…le dijo ya de alguna forma coqueteando con ella, pero que de todas formas era cierto lo que decía ya que mi esposa era poseedora de un gran cuerpo además de tener una carita casi angelical, que según Miguel ...