1. Un debut sexual que ni me esperaba


    Fecha: 18/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Geronimo68, Fuente: CuentoRelatos

    Han pasado los años, pero por supuesto no me olvido, no podría olvidar mi debut sexual. Y menos por las circunstancias en que se dio y con quien…
    
    Tenía yo 18 años. Varios de mis amigos de entonces, ya habían debutado con señoras pagas o cierta noviecita del momento. Yo no hacía más que envidiarlos y refugiarme en las pajas para aliviar el ardor.
    
    De eso se trata y por eso se dio. Vivía con mi madre ya divorciada en casa de mi abuela materna. Mamá era aún muy joven y mi abuela, me doy cuenta ahora, tampoco era una vieja ni mucho menos. Mi madre trabajaba y yo, si no estaba en el colegio, quedaba en casa, la mayoría de las veces con mi abuela.
    
    Así fue que un buen día me encontraba enfrascado en ver imágenes que tenía una revista porno prestada y por supuesto meneándomela. Ya me gustaba aguantar lo más que pudiera sin acabar para prolongar el placer. Yo sabía que mi abuela había salido y estaba solo en casa, por lo que apenas si tenía entornada la puerta de mi habitación. Los culos y tetas de las fotos me ponían a mil y casi soltaba el lechazo cuando de reojo vi cierto movimiento y una sombra en el umbral de la puerta. Levanté la vista y quedé petrificado. Mi abuela había vuelto sin que yo la escuchara y estaba allí viéndome. Intenté esconder todo, amagué una disculpa pero no me salió nada. Ya me esperaba la reprimenda, la denuncia con mi madre y todo eso. Pero mi abuela simplemente sonrió y dijo.
    
    -No te avergüences mi niño, es natural en un joven como tú. No te ...
    ... mortifiques!
    
    Igualmente mi cara ardía de vergüenza y el calor seguramente la enrojecía. No atinaba a nada con la verga agarrada por el tallo y la revista en la otra.
    
    -¿Puedo entrar? Preguntó mi abuela.
    
    -Sss sisi… murmuré tartamudeando.
    
    Ella se acercó y se sentó a mi lado para abrazarme.
    
    -Qué bonito eso que tienes ahí… hermosa herramienta tiene mi niño…
    
    Yo ya ni entendía. No parecía mi abuela la que hablaba.
    
    -La abuela te va a ayudar… ¿puedo?
    
    ¿Qué pude haber dicho? Pues claro, nada. Solo solté lo que la abuela llamó “herramienta”, tiré la revista a un costado para quedarme expectante. Ella me pidió que me recostara en la cama y me bajó más los pantalones. Quedé mirando al techo al solo primer roce de su mano, mi verga se volvió a poner tan dura como al principio de la faena.
    
    -Mmmm… que rico se ve esto. La abuela va a probar este caramelito!!!
    
    Se acomodó y abriendo la boca engulló mi poronga hasta casi atragantarse. Retrocedió hasta la punta y volvió a tragarla. La acariciaba con los labios y hacía juguetear su lengua. Yo simplemente lancé un bufido más que un suspiro! El trabajo no fue tanto…
    
    -Abuela… voy a…!!!
    
    Levantó los ojos y apenas alcanzó a asentir con la cabeza antes que yo explotara en leche dentro de su boca. Fue increíble! Ella lejos de inmutarse se la bebió toda sin derramar una gota y no paró hasta dejármela totalmente limpia.
    
    -Qué rica tu lechita, bebé. A la abuela le gustó mucho, mucho!
    
    Apenas unos minutos tardé en ...
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