Las esposas de mi mujer 3 - Relatos Eróticos

Las esposas de mi mujer 3

... una prenda ordeno Luis, Zass…¡¡¡, no tenia brasier y solo un colaless diminuto muy apetecible, Sue quería olerlo y tocarlo en ese momento, un rato mas de juego donde hubo intentos de dominar a Luis pero en vano. Así Luis se levanto y se sentó en el sofá, cogió su copa y dijo:

-Bueno basta de cojudeces, las dos están castigadas toda la noche y harán lo que les diga sin la botella ya.

-DALMATA: quiero que seas tú, como debes… entiendes?

-Si AMO..

Salió en 4 patas Sue, fue a su dormitorio y bajo luego de unos minutos con SU COLA, su nariz negra, esposas y todo el cuerpo desnudo pintado con manchas de dálmata, tenia puesto un vincha plástica negra de la que colgaban dos orejas de tela negra, esposas y tobilleras, un collar y la correa para dársela en la mano a su AMO, ladro en señal de que ahí estaba pues los dálmatas no hablan. Viviana estaba también en 4 patas con un plug anal rosa que terminaba en bola la que salía de su culo, con un collar de perro de tachuelas doradas y lamia los zapatos de Luis, así lo había planeado el. Recordó, Sue, los celos que sintió al saber que otra perra estaba haciendo su tarea y le recordó que no debía nunca descuidar esos detalles, fue donde Viviana y quiso morderla, empezó a ladrar fuertemente hasta hacerla retroceder y empezó ella a lamer los zapatos de su SEÑOR, los babeaba con tal de o dejarle espacio a la otra PERRA; esta segunda, se alejo un poco de Luis, y empezó a oler la vulva de Sue. Abrió los ojos¡… , escucho que se ...

... cerraba la ducha, en 10 minutos el estaría ahí parado frente a ella, cerró los ojos nuevamente y volvió a recordar.

Al estar Viviana oliéndole la vulva, esta, empezó a lamerla, larga y profundamente, no como sopeándola, solamente lamidas de perra, sintió como ya estaba mojando la cama al recordar esa sensación de arrechura, de placer que solo otra mujer sabe dar, lamio la vulva, lamio el culo y las nalgas, metió su lengua puntiaguda dentro de su ano, o lo que se podía por el látigo, por SU COLA, la hizo mover en círculos el rabo para aprovechar esa lengua, se retorcía a los pies de su amo como PERRITA en celo, mientras la otra la lamia, la olía, la usaba, ella miro a Luis y como suplicando miro su pene, este se lo sacó y como regalo le agarro la cabeza jalándola hasta que lo pudiera lamer.

-Lámelo -le dijo. – no lo chupes.

Así lo hizo y mientras sentía los lenguazos de la otra perra en su raja, ella lamio como helado el pene de su AMO, estaba en 4 patas, siendo lamida y lamiendo, era toda una PERRA ya en su estado animal, sin conciencia humana, solo sentía y disfrutaba. Viviana con los labios arranco de un tirón el gancho que Sue llevaba en el clítoris martirizándola toda la noche, le dio gran placer, pues luego de eso vinieron incontables lamidas de reconforte, largas , profundas, de mujer a mujer, o …, de PERRA a PERRA; eso prefería pensar ella, la borrachera se agudizaba aquella noche de nuevas experiencias. Recordó como Luis se incorporo las nalgueo a las dos, una por ...