EL OSO NEGRO
Fecha: 20/05/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... golpearse en los pechos con ella, el derecho el izquierdo, los desnudó para pasar mi glande húmedo sobre sus pezones que se erguían amenazantes, la tomé con fuerza de los cabellos y volví a metérsela en la boca, profundo, al fondo, más profundo, apretándola con fuerzas, empezó a atragantarse y largar saliva por la boca, las lágrimas brotaron de sus ojos arrastrando tras ellas el rímel, me sentí diabólicamente poderoso, la forzaba, me gustaba, se la saqué y le grité Puta… querías pija? querías que te rompa toda? ahí tenes… Grace apenas si podía con su agitada respiración, con la boca abierta trataba de tomar aire, de recuperarse, y la embestí nuevamente, ella trató de evitarme pero no pudo con mi fuerza, otra vez mi pija adentro de su boca, se la di gloriosamente y luego de un rato le di un segundo respiro, entonces, apenas pudo recuperar el aliento levantó la apuesta Negro de mierda! sos un maricón! Cógeme! Cógeme negro puto! Sus palabras sonaban con la misma estridencia y prepotencia de años atrás, la desparramé sobre el lecho y le arranqué la tanga, levanté sus piernas con violencia y se la enterré en la concha, con la mitad era suficiente, pego un grito violento mezcla de dolor y placer, empecé a cogerla, me sobraba pija para su pequeña concha, Grace empezó a gemir conforme a mis impulsos, cambiamos posturas, apreté sus tetas, mordí sus labios, le di nalgadas, la temperatura subía, nuestros cuerpos estaban transpirados y ella parecía endemoniada, con la fuerza de un ...
... huracán, mi enorme verga no era un obstáculo para ella, y seguía con sus insultos, con sus provocaciones, hacíamos el amor, hacíamos la guerra… Volví a la posición inicial, levantando sus piernas bien atrás, abriéndola toda, sus pechos se movían rítmicamente con cada empujón que le daba, ella pasó su mano bajo su pierna hasta llegar a lo que sobraba de mi verga, me masturbó con esmero, al fin me sentí llegar, todo dentro de su concha, hasta el final… Me tiré abatido a un constado, respirando agitado, con la vista perdida en el blanco cielorraso, mi miembro empezaba a perder rigidez lentamente, aun cubierto por el preservativo lleno de semen, Grace se sentó sobre la cama y con sumo cuidado lo sacó de mi pene, lo levantó y con una puta sonrisa dejó caer el líquido en su boca, como un remedio bebió hasta la última gota, largó una carcajada con sus dientes aun impregnados en semen, en mi mente se reproducía la imagen de esa niña de colitas platinadas y no podía dejar de comparar con la puta mujer que hoy se había convertido, entonces le pregunté Te gusta mi leche? Si negro! Me gusta tu leche, me gusta tu pija, quiero más… Entonces vino sobre mí para empezar otra vez y otra vez empezó a chuparme la verga, ahora lo hacía en forma provocativa, mordiéndome cada tanto, mezclando dolor con placer, ya conocía el juego, me habían tocado algunas mujeres de este tipo y si bien no era lo que más me gustaba yo siempre estaba a disposición de mi clienta. Levanté con fuerza una de sus piernas para ...