1. Pendeja volcánica, necesitaba hacerse mujer


    Fecha: 24/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... un orgasmo ya mismo!
    
    — Pídele que busque otro modo para hacerte gozar.
    
    — ¿Cómo qué? ¿Cómo me harías vos? ¡Mostrame! ¿A ver? —Abrió de piernas y subió la mini hasta bien arriba, hasta arrollarla en la cintura, ponía “toda la carne en el asador”. ¡Animate! ¡Vamos no seas cobarde! No se lo contaremos a nadie, queda entre vos y yo, ¡Porfa….!
    
    Estaba hecha un demonio, una potra juguetona y fogosa imparable, quería ir ya mismo a los hechos, ahí mismo, venía preparada para no aceptar un ¡No! como respuesta. Palpó el bulto, soltó el cinto y dejó caer el pantalón, sin perder el control de mis reacciones, gozaba verme levantar temperatura.
    
    — Papiiito..., ¡Qué buena! —Tomó, con la lengua, una lágrima que asomó por el “ojo”.
    
    Empujé sobre la cabezota, la entré en la boca, mamó ardiendo de calentura, los ojos expresan el gozoso desbocado. Paja fogosa y mamada volcánica, a punto de...
    
    — ¡Tragame! ¡Tragame! ¡Me voy! ¡Ahhhh!!! —Me dejé ir, arcada mediante siguió y tragó toda la mamadera. – Gracias mamí, ¡Qué buena! —Me la dejó limpita.
    
    La senté sobre el mostrador, de un tirón desgarré la tanga, separó piernas, se abrió, el rosado tesoro ofreció sus jugos para sedar la fiebre que me invadía. Piernotas sobre mis hombros, exploro a lengua todo el interior, lengua y dedos inquietos invaden su intimidad hasta encontrar los íntimos secretos del orgasmo.
    
    Frenética, agita piernas y sacude pelvis, gimotea y atenaza mi cabeza, estremece, vibra y se deja llevar por los ansiados ...
    ... caminos del goce, las sensaciones catapultan el deseo, el orgasmo estalla como el Krakatoa, libera el intenso sabor salado en el instante del orgasmo.
    
    El primero, breve y contenido, el inmediato, prolongado e intenso. Ríe, llora y gime, se aprieta las tetas y exprime sus pezones, expresa el sumun de la felicidad, viaje al paraíso en goce de primera clase.
    
    —Roby, es maravilloso, nunca así. ¡Es mágico! ¡Maravilloso!, ¡Qué cogedor!
    
    La muchacha sabía agradecer y agradar, pajea y mama, mejora el tono muscular, como si hiciera falta. Abierta de piernas, se afirmó, de bruces, sobre el mostrador, el papo aflora entre las cachas para ser ensartada, en dos movimientos entré casi todo, quejosa por el ensanche a lo bruto, aguantó apretando los bordes de la mesa con sus manos agarrotadas sobre los bordes del mueble, aguantando toda mi masculinidad.
    
    Colaboró en el acto, la mano por delante ayuda a gozar, meta y ponga tumultuoso y urgente, hasta el mango, aguanta y disfruta el dolor del amor. Abierta como nunca (decía a cada rato) y siempre a fondo, bien ajustado y sin dejar de quejarse descargué en el fondo toda la leche fabricada para ella, sobre el final de la descarga gritó su llegada, el rítmico latido de ambos se mezcló como el semen derramado dentro de sus carnes.
    
    Salí de ella, dejó escurrir un hilito de líquido espeso por el muslo, con la mano contuvo el desborde y corrió al baño a lavar la zona de guerra.
    
    Terminando de colocarse la tanga, apareció radiante y feliz, ...