Mi prima-hermana y yo - Relatos Eróticos

Mi prima-hermana y yo

... orgasmo de la mañana, luego me incorpore y sin pedírselo se arrodillo y me lo chupo hasta eyacular en su cara, la levante y la incline hacia delante estando ella de pie, lo coloque en la entrada de su vagina y se lo metí de un solo tajo, la sujete de los brazos y la jalaba hacia mi, sentía como mis testículos golpeaban contra su culo, no tardo en tener su segundo orgasmo de la mañana, la solté y se desvaneció cayendo de rodillas al piso brindándome su hermoso culo, yo no había eyaculado aun así que le dije te voy a repetir la dosis de anoche.

Debido a que estábamos bajo el agua y al estar embarrado de sus jugos me arrodille y se lo empecé a meter por el culo, entro sin dificultad, le hice que su cabeza tope al piso de la ducha y empecé a moverme como un loco dentro de su culo, no tardo en otro orgasmo, y derrame mi semen sobre su espalda, la pobre ya no daba más y yo tampoco debido al esfuerzo realizado la noche anterior y en lo que iba de la mañana, nos incorporamos, nos dimos un gran beso y nos acabamos de bañar, yo quería seguir pero las obligaciones de mi trabajo pospusieron la sesión de sexo para la noche, luego preparo un desayuno continental para los dos, según dijo para que recuperásemos las energías que habíamos gastado, ya conversando me dijo que ella también se masturbaba pensando en mi y que no sabia como decírmelo, que por eso de un tiempo acá a ella no le importaba que la viera cuando se cambiaba de ropa, en fin acordamos no decírselo a nadie, era nuestro pequeño secreto.

Mis abuelos regresaron a los tres días, durante los cuales la pasamos culiando de día y noche.

Hasta ahora lo seguimos haciendo en su cuarto o en el mío, ya que mis abuelos tienen el sueño muy pesado, pero eso se los contare en otra ocasión.