1. Entrenando a mi cachorro


    Fecha: 25/05/2018, Categorías: Zoofilia Autor: MonicaMarquez, Fuente: SexoSinTabues

    ... establecidas. Paulatinamente teníamos ciertos encuentros pero sin llegar a una penetración y aunque era incómodo para mí no terminar lo que empezaba, para él era peor quedarse con las ganas. A la voz de "monta" acompañado de algunos gestos alusivos al acto sexual de fornicación lo incitaba a montarme. No me aguante las ganas de hacerlo de nuevo con él, además sabía que con la practica aprendería aún más. Después de todos mis métodos funcionaron bien pero aún faltaba y de eso se encargó el tiempo. Así pues, busque el momento y lugar adecuado para que me cogiera sin esta vez me volvieran a descubrir. Como toda una perra ansiosa de su verga me mojaba de tan solo verlo, al quedarnos solos, en mi habitación trate de provocarlo a montarme y como siempre lo hacía pero buscaba algo más. Como si fuera la primera vez que lo hacía, corazón me latía muy rápido y hasta parecía que el ruido de mi respiración sonaba demasiado fuerte. Sin pensarlo dos veces procedí a quitarme la ropa quedándome únicamente con una blusa, ya que sabía lo rudo que era y hasta podría lastimarme. No podía creer lo mojada que estaba, con mis dedos di a probar de aquel líquido a Kevin, este enloqueció y buscando la fuente de esto, su hocico inquieto trataba de entrar a mi entrepierna con gran desesperación que tirarme en el piso en posición me era casi imposible que hasta las ordenes de sentarse no servían de nada. Cuando por fin logre ponerme en cuatro creí que el inmediatamente trataría de montarme pero la ...
    ... verdad es que no fue así, en cuanto tubo mi vagina descubierta hacia el trato le lamerla entrando por todos los rincones de mi ser, el placer que sentí no se compara con las cosquillas que él me provocaba también, pero basta de esto me dije a mi misma. -Kevin, móntame, móntame. Le ordene con mucha impaciencia y con unas pequeñas nadas me tomo fuertemente der la cintura, su fuerza era tanta que falto poco para que me tirara al suelo, la punta de su pene chocaba en mis nalgas y me lastimaba. Con la mano, como pude, lo guie hasta mi entrada vaginal donde como si se trata de algo muy lubricado, su verga entro en un solo movimiento tan rápido que no me percate del dolor que me causo el cómo se abrió paso dentro de mi vagina aun estrecha por mi poca experiencia. Mis gemidos antes reprimidos salieron despavoridos al entender por fin que estaba completamente sola en casa, gemía y al mismo tiempo en que el chillaba quizás de placer por lo rápido que me penetraba. Ambos le estábamos disfrutando. La verdad no lo podía creer, esta vez si iba por el camino correcto, me estaba haciendo su perra a su antojo, me sentía sucia. Sucia de tanto semen que escurría por mis piernas, no porque sabía que era una enferma, al contrario, era lo más hermoso que había experimentado. Mi entrega era total a él y este respondía tomándome con extrema firmeza. Pocos minutos pasaron hasta que mi vagina quedo llena al máximo, sentía que me dolía mucho, algo dentro de mí era muy grande para estar ahí, además lo sentía ...