1. Hazme gozar, tenerte en mi cama, sentirte dentro de mí


    Fecha: 20/09/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi muslo derecho, dejando así que mi vagina se abriera y empecé acercar su pene a mi vulva, con mi mano dirigiendo las subidas y bajadas entre mis labios, abriéndolos y metiendo su pene entre ellos, desde mi clítoris hasta la entrada de mi vagina, metiendo un poco su glande en mi interior, los dos nos mirábamos fijamente y reíamos cuando Roberto empujaba con su cadera su pene metiéndose en mi vagina, haciéndome jadear al sentirla dentro y riéndome con él cuando nuevamente con mi mano se la sacaba y volvía a recorrer mi sexo con su pene envuelto en mi flujo.
    
    Las miradas entre los dos no cesaban, sus caricias en mi espalda interminables, las risas de nuestro juego sexual con mi mano en su pene recorriendo mis labios y dejándola dentro para que él empujase era continuo hasta que tropezamos en la cama y los dos caímos en ella, hundiéndose su pene hasta el fondo de mi vagina, una mezcla entre placer y risas nos invadió, su pene entraba y salía de mi interior arrastrando tras de sí pequeñas gotas de flujo que salían de mi vagina. Roberto empezó a reptar por la cama, subiendo por ella poco a poco mientras que me tenía sentada sobre él recibiendo las pequeñas penetraciones de su pene, hasta que llegó a la cabecera y allí con sus manos en mis caderas me iba moviendo hacia arriba sacando su pene de mi vagina, subiendo por su cuerpo arrastrándolo mi sexo humedecido por su piel y sentándome sobre su boca.
    
    Su boca succionando mis labios vaginales, mi clítoris que recibía el ...
    ... placer de su lengua moviéndose de un lado a otro, luego metiendo su lengua en mi vagina saboreando y bebiendo de mí, me cogía con fuerza mis muslos, sujetándome para que no escapara de sus caricias, haciendo que mis jadeos se alargasen, que mis gemidos volasen por la habitación y que mi cuerpo se estirara de placer, arqueándome hacia atrás y cogiéndome con mis manos los pechos agarrándolos como él haría, sentía tanto placer al tener su boca comiendo mi sexo, sintiéndome penetrada por su lengua continuamente, mordiendo mis labios con los suyos, mi clítoris siendo succionado por su boca, haciéndome temblar con cada lamida, levantando los brazos estirándolos por encima de mi cabeza, bajándolos de golpe agarrando con fuerza las sábanas mientras que movía mis caderas hacia delante y hacia atrás ayudándole a ser comida por él.
    
    Las diez de la noche y las risas, jadeos y gemidos habían pasado a un segundo plano, gritos silenciosos o explosivos salían de mi boca continuamente abierta cuando sentía su pene meterse en mi vagina, navegando por mi interior, rozando su piel contra la mía, dos sexos fundidos en continua fricción el uno contra el otro, Roberto disfrutaba de mi cuerpo así como yo del suyo, sin dejar ni un solo momento de darme placer. Roberto me tenía tumbada con las piernas abiertas, la derecha estirada y la izquierda flexionada la rodilla y abrazada por él, de rodillas en la cama metía y sacaba su pene de mi vagina apretando con fuerza al metérmela y dejándolo dentro de mí ...
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