1. Claudia y Yess, rico sexo


    Fecha: 02/10/2021, Categorías: Lesbianas Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Claudia tengo 25 años, vivo en México, no soy una mujer despampánate, pero sé que tengo unas buenas tetas y unas nalgas que llaman las miradas.
    
    Mido 1,70 y hago aeróbicos, por lo que me considero una mujer atractiva, siempre he sido muy caliente, me encanta probar cosas nuevas en el sexo y en la vida, y será por eso que hace unos meses conocí el sabor de una mujer.
    
    Yesenia es una amiga menor que yo con la cual nos empezamos a entender muy bien de un tiempo a esta parte, solíamos charlar largamente en mi depto., solas y tomando algunas cervezas o solamente fumando unos buenos cigarrillos.
    
    Note una tarde que mientras hablaba, yo no podía dejar de mirar su busto, me resultaban interesantes las proporciones y la firmeza de sus tetas.
    
    Eran de un tamaño inferior al mío, pero más llamativas, no sé, las observaba como si fuese la primera vez que las veía.
    
    Cuando se fue, quede pensando en ello, note que también otras veces había observado a Yess con otros ojos, como prestando más atención a sus nalgas, a sus tetas, a su piel bronceada, empecé a sentirme rara con ella, me ponía nerviosa de solo pensar en su boca, en las veces que nos tomábamos del brazo para caminar...y lentamente me fui haciendo a la idea de que me atraía sexualmente.
    
    Un sábado a la tarde llamo para decirme que no tenía ganas de salir y si la acompañaba a ver unas películas en su casa, le dije que sí, pero mejor viniera a casa que estaríamos más tranquilas, y acepto.
    
    Prepare unas pizzas, ...
    ... aprovisione la heladera con cervezas y un vino blanco espumante.
    
    Me bañe, me depile, me arregle como para una cita con un hombre... o tal vez más, me puse una tanga negra diminuta, una falda negra entallada, una blusa ajustada sin corpiño, y deje mi pelo suelto.
    
    Cuando sonó el portero, recién terminaba de vestirme, y me sorprendió, los nervios que sentí fueron únicos, abrí y subió entro directamente al departamento y cuando la vi casi me desmayo.
    
    Traía un vestido turqués, cortito, diminuto, que dejaba ver el comienzo de sus senos y los resaltaba, su pelo rojo atado bien firme, sus labios de un rojo brillante, ¡sus ojos resplandecían... estaba hermosa! La saludé con un fuerte beso y un abrazo en el cual pude sentir sus senos contra los míos.
    
    C: Pensé que no salíamos hoy, ¡estas para matar!
    
    Y: Bueno, tú también este re linda, además me vestí así para ti, ¡jajá!
    
    Quedo ahí, pero cuando la vi de espalda, un frio corrió por mi cuerpo, podía ver a través de ese vestido que ella también llevaba una tanga negra, estaba decidida a intentar algo con esa mujer que me atraía.
    
    Bueno, para abreviar, bebimos bastante y charlamos, reímos y siempre que podía le tocaba la mano, la pierna, el hombro, ella solo me respondía con miradas sugestivas.
    
    Realmente me gustaba y estaba excitada por la situación, ¡tome un trago para darme valor!
    
    C: Espero no lo tomes a mal, pero me atraes, ¡me gustas mucho!
    
    Y: Me halagas y para ser sincera, tu a mí me gustas también, ¡peor me ...
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