Uf, esa boda 1.5 (Elena)
Fecha: 11/10/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos
... tiene que explicar a su alumno que los monstruos no existen.
- Es que nos pueden descubrir aquí. Es peligroso.
- ¿Y no te gusta el peligro? – Dijo sonriendo esa sonrisa que tenía en su foto de contacto.
- Si, pero no me gusta amanecer en la cárcel por conducta indecente.
- No hay nada de indecente con que me chupes la verga…
- Tal vez para ti no, pero la policía podría tener una opinión distinta.
- Además, no tienes nada de qué preocuparte. Jesús nos está cuidando.
- Jajaja, vaya. Me resultaste muy religioso para ser tan caliente, Andrés.
- Jajajaja, noooo. Jesús es mi chofer y nos está cuidando de que no llegue nadie inoportuno. – Dije soltando una genuina carcajada ante mi ocurrencia.
- ¿Cómo nos cuida? – Dije sorprendida.
- Digamos que llegó a un acuerdo monetario con los guardias para que no se acerquen por acá o nos avise si viene alguien… puedes estar tranquila. – Dijo tomando mi mano y dándome un nuevo beso en la boca.
Con aquella explicación, no tuve mas remedio que recostarme en el asiento y dejarme llevar. En un santiamén, sentí sus manos hurgando en mi entrepierna, y haciendo a un lado mi braga mojada, me metió su dedo de forma tal que me hizo estremecer y gemir. Quise aplacar mi gemido pero el me susurró que el auto era a prueba de ruidos así que podía gritar todo lo que quisiera.
Con firme delicadeza, tomó mi cabeza y la enfiló hacia su entrepierna donde me recibió aquel apetitoso miembro que tanto había anhelado desde hacía un ...
... rato. Sentir la fibrosa textura de su pene grueso y duro en mi boca fue como una inyección de hormonas directo a mi entrepierna. Abrí mi boca lo mas que pude para poder meterlo por completo en mi. Lo sentí vibrar mientras recorria el glande con mi lengua, y desde la lejanía dl resto del mundo, mas allá de su pene y mi boca, lo escuché gemir y me sentí contenta de darle ese tipo de placer. Deseaba complacerlo, que se derritiera de placer y se dejara hacer en mis manos y mi boca, hasta que no tuviera mas remedio que inundar mi boca con su leche tibia. Sus manos cogieron mi cabeza para agilizar mi movimiento y sentí que me ahogaba pero aun asi continue implacable dando placer a toda la extensión de su hermoso instrumento hasta que mis esfuerzos se vieron recompensados con un ronco grito que salió de sus labios, seguido de una copiosa venida que tuve que tragarme por completo para no ensuciar mi vestido.
Como pude me desnudé por completo y me recosté en el asiento, abriendo mis piernas hacia él, diciéndole un “te toca, chato” con la mirada. Ni tardo ni perezoso, se hundió entre mis piernas y metió su lengua profundamente en mi cosita húmeda a pesar de la incomodidad debida a la estrechez del espacio que nos quedaba en la parte trasera del auto. Mi cabeza golpeaba rítmicamente sobre el reposabrazos del asiento pero no me importó. Cerré los ojos para sentir mas profundamente las sensaciones que me provocaba la mamada de coño que me estaba dando mi querido desconocido. Sus manos ...