Nalgotas (Cap. 2): El ciclo escolar - Relatos Eróticos

Nalgotas (Cap. 2): El ciclo escolar

Mientras que Nalgotas estaba ya adentrada en su nueva vida a los pies de su nueva Ama continuaba su ciclo escolar ya en la universidad estudiando administración de empresas y aun cuando ante su Ama se portaba humilde, su carácter de chica engreída continuaba con los demás y se la pasaba alardeando que al recibirse o titularse, su puta madre que la había iniciado en la prostitución le iba a poner un gran negocio donde ella sería la Dueña.

Cuando Nalgotas recibió en propia mano su título como administradora, su Ama quiso darle una lección de humildad y enseñarle como todo lo que ella alardeaba de tener al mundo a sus pies fue y sería siempre una mentira y de un solo golpe bajarla de su mundo de ilusión y presentarle su única realidad, la cual era muy simple, estaba destinada a ser una puta y ahora también esclava, recordándole que su época en la que ella se sentía superior se había extinguido

Nalgotas se enteró que su puta madre jamás la iba a apoyar con un negocio, a menos que fuera prostituyéndola ofreciendo sus servicios en fiestas privadas llenas de lujuria y sobre todo sexo a más no poder y por supuesto ella llevándose una buena tajada por el uso de la lengua de su hija.

Tuvo que empezar a trabajar desde lo más bajo, prácticamente les debía traer agua a las que eran asistentes, en pocas palabras era la esclava de todos en la oficina además de tener que darle placer a su jefe cada vez que se lo ordenara y mientras tanto su puta madre la rentaba ofreciendo a su hija ...

... como atractivo visual en fiestas donde era solicitado asistieran varias putas para toda la noche, incluso empezó a estarse revolcando con casados, solteros y hasta viudos, lo que le importaba era vivir bien sin importar que debiera hacer, a veces al estar dando servicio, le sonaba el celular que su Ama le había dado y debía reportarse.

Apenas escuchaba la voz de su Dueña instintiva y automáticamente se arrodillaba y su tono de voz se transformaba en el más sumiso y teniendo que usar un tono de voz poco audible, ya que si hablaba más alto que su Dueña, le podría propinar dos buenos bofetones de ida y vuelta, por lo que cuando estaba hablando por celular con ella o ante su presencia, siempre debía y tenía que ser prácticamente el tapete donde su Ama se limpiaba los pie sin importar quien estuviera presente ya fuera amigos o familiares, lo importante era servir con agrado y mucho orgullo a su Majestad y portando el collar que demostraba era esclava y debía portarlo 24 horas durante los 365 días sin avergonzarse por eso.

Por su parte la puta madre cayó todavía más bajo que su hija prostituta, la madre empezó a ser esclava en todos los aspectos de gente muy peligrosa y que una vez dentro ya no es posible salir de ese ambiente tan fácilmente, a veces se aburren de ti, o te dejan ir porque ya estas seca o porque simplemente saliste con los pies por delante y directo a ser echada 3 metros bajo tierra. En ese aspecto Nalgotas estaba en la gloria rendida a los pies de su Ama que ...