Nalgotas (Cap. 2): El ciclo escolar - Relatos Eróticos

Nalgotas (Cap. 2): El ciclo escolar

... aunque la trataba de perra, no estaba involucrada con gente de alto nivel de peligrosidad.

Mientras estaba al servicio de su jefe, Nalgotas debía servirle como todo un Dios, no solo sirviéndole chupándole la poya en la oficina o simplemente teniéndole que servir el café y trabaja en su despacho estando desnuda, sino que también llegó el momento que su jefe tal y como su madre la rentaba en fiestas, su jefe empezó a tratarla igual o peor, ya que debía chupársela, trabajar en la oficina, atender a sus amigos como puta en fiestas en las que si su jefe recibía la más mínima queja le dejaba el trasero casi sangrando, hasta la llegó a usar como esclava doméstica.

Empezó a tenerle miedo, por lo que tuvo que hablar con su Majestad y suplicarle le permitiera salir de México, ya que se sentía insegura estando ahí teniendo la sensación de ser vigilada y que le hicieran algo o la desaparecieran apareciendo flotando después. Su Ama se lo permitió siempre y cuando solo fuera de manera temporal pero bajo la condición que tendría que conducirse bajo sus reglas o simplemente la dejaría a la deriva. Nalgotas se postró a besar los pies de su Ama durante varios minutos sin parar agradeciéndole le permitiera escapar del peligro que la asechaba prometiéndole que ...

... regresaría para seguir a sus pies de manera presencial.

Unos cuantos días más tarde ya estaba en rumbo de alguna ciudad de la unión americana y como allá solo te dan trabajo de mano de obra barata, no conseguía nada hasta que la descubrió una señora, que más que eso era una madame que le dio una tarjeta ofreciéndole trabajo, al cual ella aceptó sin saber de qué se trataba dicho empleo, y al llegar al sitio marcado se dio cuenta que tendría que trabajar de noche estando encuerada y bailando agarrada de un tubo, no pudo negarse ya que no tenía dinero y debía comer.

Pronto decidió que ese no era el sitio donde ella quería estar, ella lo que le gustaba y sabía muy bien era dar placer y ya a esas alturas no importaba si era hombre o mujer a quien debía atender. Se buscó un “SUGAR DADDY” lo que en México viene siendo un proxeneta. Algunos días después se reportó a los pies de su Ama para contarle en que ciudad estaba y con quien estaba trabajando contándole sus actividades.

Su Ama le ordenó regresar de inmediato hacia México ya que estaba corriendo mucho peligro sirviendo al SUGAR DADDY; Nalgotas obedeció sin cuestionar a su Ama tomando rumbo de Tijuana donde en esos momentos estaba su Ama de vacaciones y con visión de montar un negocio de ropa.