1. Perdí la virginidad con mi propio padre


    Fecha: 27/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... los pantalones y me volvió a poner de pie. Allí estaba yo, vestido sólo con los calcetines, de pie, con la polla tiesa y las manos caídas a lo los lados. El entonces se volvió a coger la polla que estaba otra vez fláccida.
    
    Empezó a meneársela con una mano, mientras con la otra se acariciaba los heuvos y la entrepierna hasta el esfínter. Yo lo único que hacía era tocármela timidamente, agarrarla y mover compulsivamente. Él se rió.
    
    -Así no. Ven.
    
    Y se acercó a mí. Me cogió la polla y empezó a mastrubarme. Yo me corrí enseguida en su puño, y él, sin siquiera limpiarse comenzó a pajearse hasta que se corrió. Yo miraba extasiado toda la leche que salía de su miembro y como caía en el suelo. Entonces dijo:
    
    -Vístete si quieres, ya limpio yo esto.
    
    Yo estuve todo el resto del día atormentado, pensando en l oque había sucedido, porque me parecía algo anormal. Pero por la noche mi padre entró en mi habitación.
    
    -Hoy te voy a hacer disfrutar como nunca.
    
    Yo estaba asustado. Pero él se despelotó, se acostó a mi lado y me bajo el pantalón de l pijama. Entonces se metió mi polla en su boca y comenzo a achuparla de forma r´timica y suave. Yo sentí un éxtasis como nunca más he logrado sentir; sentía como si me fuera desmayar y al poco me corrí como nunca ...
    ... lo había hecho: Como si huebieran sido diez corrridas juntas. Mi padre no apartó su boca y cuando terminé, se incorporó y me dijo:
    
    Y me enseñó su lengua y su boca llena de mi semen. Enseguida empezó a lamerme por todo el cuerpo, pringándome con mi propia leche. Yo volví a empalmarme y entonces., empujo mi cabeza hacia abajo y metió su polla en mi boca. Aunque al principio me ahogaba enseguida me gustó el sabor de la carne tersa de su miembro y chupaba como un loco con su mano puesta en la nuca aferrándome. Al cabo de un rato me dijo:
    
    -Me voy a correr pero no te lo tragues, mantenlo en la boca como hice yo. Cuando comenzó a descargar no pude evitar tragar un poco, pero enseguida conseguí mantener su jugo debajo de mi lengua. Su sabor era agradablemente salado, aunque la textura aquella primera vez me resultó algo repugnante. Cuando sacó su polla de mi boca me besó apasiadonadamente lamiendo su propio semen de mi boca y pasaándoselo a la suya. Entonces volvió a chupármela y volví a correrme. Y despúes yo a él otra vez y así hasta que me corrí 5 veces yo y cuatro él y nos dormimos abrazaqdos ene medi ode aquel baño de semen que había dejado un olor acre en nuestros cuerpos y en nuestra habitación.
    
    Mi historia, absolutamente real, continuará otro día. 
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