1. Despedida de divorcio


    Fecha: 18/10/2021, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... apreté a mi cuerpo clavando la lengua lo mas que pude en su linda boca de finos labios.
    
    La suya jugaba con la mía intercambiando salivas, ella me chupaba la sin hueso absorbiéndola dentro de su boca y una vez allí lamiéndola con su lengua. Sin soltar su prieto culo la llevé hasta mi coche. Apresándola contra la chapa del lateral conseguí agarrar y amasar sus pechos firmes y duros mientras ella aún mas ansiosa que yo deslizaba una mano entre mis piernas por debajo de la falda. A la vez que Mónica acariciaba el interior de mis muslos, una de sus manos subía mi falda hasta alcanzar el borde de mis bragas, que no era tanga.
    
    Pues eso del tanga solo lo conocía por catálogos y revistas llevaba un conjunto de lencería bastante trasparente pero también grande. No estaban húmedas, chorreaban. Juguetona deslizó su mano dentro de ellas y recogió mis jugos directamente de la fuente que tuvo que encontrar entre la mata de pelo que adornaba esa parte de mi anatomía, arrancándome un fuerte gemido. No había pensado que me hiciera falta depilarme.
    
    Los llevó con dos de sus dedos a nuestros labios donde las lenguas de ambas juntas lo saboreamos compartiendo mi sabor y lamiendo sus dedos. Al notar su mano volviendo a introducirse en mis bragas casi me corro. Un momento mas acariciando los labios de mi vulva y me corrí como una burra.
    
    Abrí el coche y juntando toda la concentración de la que fui capaz salí pitando hacia el sitio al que iba con mi marido a meternos mano cuando éramos ...
    ... novios. Logré llegar sin estrellarme aunque ella acariciando con suavidad mi pierna o el hombro o lo que el sujetador le dejaba alcanzar de mi teta derecha no colaboraba mucho precisamente.
    
    A mitad de camino le pedí que se quitara la camisa, el sujetador deportivo que llevaba parecía un top y no llamaba la atención en los semáforos mas que por los duros pezones marcados en la lycra.
    
    De un vistazo vi otro pircing en su ombligo, una media luna de plata, y se notaba otro mas en uno de sus pezones, una barrita con dos bolas atravesándolo.
    
    Se abrió un poco el pantalón y me sorprendió ver que usaba un ajustado bóxer como bragas, un modelo casi idéntico a los que usaba mi marido. Eso en vez de cortarme me excitó más dándome algo familiar a lo que aferrarme. Aunque dentro no hubiera una polla sino su coñito que me moría por ver y tocar.
    
    Para cuando terminé de aparcar Mónica ya se había librado de los vaqueros y yo tenía el vestido por la cintura y los pechos al aire por encima de las copas del sujetador. Estaba ansiosa y sin esperar más había decidido empezar a librarse de nuestras ropas. El sitio no había cambiado mucho, era un clásico para parejitas. Seguro que a nuestro alrededor había mas coches con gente dentro haciendo lo mismo que nosotras.
    
    Ella se lanzó con ansia sobre mis tetas y las besó y comió como nunca me lo había hecho nadie. Conseguí levantar el culo del asiento para librarme de las bragas y el vestido terminó de salir por encima de la cabeza. Todo eso ...
«1...3456»