1. Despedida de divorcio


    Fecha: 18/10/2021, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Nunca me gustó ligar en bares, ni siquiera de soltera cuando podía. Ahora con cuarenta y tantos, dos hijos y un marido al que nunca le había puesto los cuernos aún menos. Mi chico no me ponía ninguna pega para salir con mis amigas incluso me animaba a ello, pero la mayoría de las veces estaba tan cansada que era a mí a quien no le apetecía.
    
    Esa noche me vi obligada a salir por culpa de una amiga recién divorciada. Para mi desgracia la tercera amiga con la que habíamos quedado dio una excusa tonta y no vino, así que estábamos solas... ante el peligro, sobre todo yo. Su actitud esa noche era bastante disparada. Se dejaba entrar por cualquiera que tuviera pantalones y estuviera un poco decente.
    
    Para mis estándares de diversión ya era tarde y nos encaminamos a un pub que tenía fama de favorecer el ligue. Una barra bien surtida de bebidas de alta graduación alcohólica, una pista de baile no muy iluminada, y unos cómodos sofás era todo lo que había en el local. Además de todo tipo de parroquianos y parroquianas con una gran variedad de atuendos a cada cual mas favorecedor, las mujeres muy sexis, con ropa muy ligera. Yo allí casi me sentía con hábitos de monja con mi vestido veraniego comparada al resto del personal.
    
    Hacia las dos de la madrugada un chaval casi veinte años menor que ella y he de admitirlo muy bien formado, había conseguido deslizar una mano por debajo de la escasa falda de mi amiga. Ella tampoco se lo puso muy difícil, separo los muslos, y cuando me di ...
    ... cuenta estaba jugando con la gomita del tanga rojo y tan pequeño que ya se perdía entre los depilados labios de su vulva. Yo sentada enfrente podía distinguir a la perfección tanto el coño de mi amiga como los dedos del chico acariciándola con suavidad entre los pliegues de encaje rojo y bajo la tela de la minifalda recogida hasta el final de sus poderosos muslos.
    
    Sus tetas talla cien que llevaban toda la noche peleando con el escote de su top estaban a punto de ganar la batalla y el pezón de ambas asomaba por la no muy abundante tela. A su vez ella le estaba practicando al joven una profunda exploración buco faríngea con su lengua y abundante intercambio de saliva por ambas partes. Ella tampoco era manca y como en un descuido había dejado caer la mano sobre la bragueta del afortunado joven. Desde mi posición se podía apreciar que estaba bien dotado y que aquello había cogido una considerable consistencia. La mano de mi amiga la recorría lado a lado sin que el muchacho ofreciera resistencia.
    
    Yo entre tanto había tenido que rechazar las atenciones de mas de un moscón. Lo que al principio me hizo gracia, no sabía si a mi edad todavía estaba llamando la atención o si ellos estaban tan desesperados como para entrarle a una madurita como yo. Y menos una que intentaba pasar lo mas desapercibida posible, no como el resto de los pavos reales que andaban por allí.
    
    -Hola, soy Mónica-.
    
    Me giré con mi mejor sonrisa, el aburrimiento, el alcohol y la excitación trabajaban a partes ...
«1234...»