El viaje parte 4 - Relatos Eróticos

El viaje parte 4

... ahora tus dulces jugos, entrégame tu placer y la esencia del placer de lamer tu fruto. Pone los ojos en blanco, ese contacto ya genera en mi escalofríos, se manifiestan a la vista en su pezón. Es cuando llego al fondo de su ser cuando escucho un gemido. Es entonces cuando ya no puede controlar su cuerpo. No sé si sabe que está gimiendo pero el estímulo en el clítoris, le ha hecho perder la noción de lugar y tiempo, sólo trata de gozar, me clava las uñas en el cuello, me muerde los labios, su espalda se arquea y sus piernas tiemblan. Sigo estimulando su clítoris y beso tus labios, - "Déjate llevar quiero que te corras para mi" acaricio su más que duro y tierno pezón a la vez que lo retuerzo y estiro de el. Escucha mis palabras, está como hipnotizada, inmersa en un mundo de placer, su cuerpo se ha reducido a su clítoris, pezón, labios y oído, todos sus sentidos, el placer extremo, corrientes que recorren su cuerpo y chispazos de placer en todo su ser. Entonces hago que se incorpore un poco para tener acceso a su culo meto un dedo dentro de el y le hago sentar sobre el. Esta otra vez llena con mis dedos en todas tus partes . y acelero aun mas el ritmo de penetraciones y la fuerza de mordiscos en su pezón y labios. Como si viviese una experiencia extracorporal, se escuchan los gemidos sin poder controlarlos, la sensación de estar llena, le invade: - Te quiero muy dentro mío, me dice y percibo como su cuerpo se mueve con tal fin. Por momentos también escucho sonidos provienen ...

... desde otras mesas, pero así como los oigo, los dejo pasar, mi mente se concentra en hacerla llegar al orgasmo y satisfacerla. Entonces saco mi pene, la siento sobre mí, la penetro de dejándola caer sobre mí, Entra entera sin dificultad y hago que me monte. Mueve las caderas como ninguna otra me ha hecho sentir, a la vez que sube y baja a un ritmo frenético. - Dame tu orgasmo te quiero saborear, se mi puta y dámelo Escucha esas palabras y su cuerpo comienza casi a convulsionar, a la vez sus gemidos y grititos estallan en mis oídos, noto su entrepierna tan mojada como nunca otra mujer había visto, pude sentir que no fue un orgasmo normal. Apenas puede respirar, jadea, su cabeza cae sobre mí, tiembla todo su ser y su sexo no para de derramar ese dulce y sabroso néctar, que saboreo al acariciarle y meter algún dedo más en su interior. Le doy a probar como la mayor de las exquisiteces y ella lame y muerde el dedo como si estuviera deleitándose con la mayor de las exquisiteces . - Esto es lo que quiero de ti, que sientas esto o más intenso, SIEMPRE en cada uno de tus orgasmos". Hago que me mire para que vea como lamo y saboreo su rico néctar cada uno de los dedos que extraigo lentamente de tu interior También le doy a lamer. La beso con dulzura pero apasionadamente y la tapo, tras besar tu pezón. La levanto y la dejo sentada en la silla. - Eres sin duda la mujer que he ansiado toda mi vida. Tienes sensualidad, sexualidad, personalidad, eres perfecta. Ella se ruboriza más que cuando se ...