1. Mi nuevo esclavo (Cap. 7): La competencia


    Fecha: 02/11/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos

    Las perras encargadas del lavado de autos a la mañana siguiente una vez que vistieron sus diminutos bikinis se dirigieron como cada día al auto lavado y empezar así con sus tareas de lavado por fuera y aspirado de los interiores, así como también si el cliente deseaba que se le pusiera cera también se le hacía pero con un cargo.
    
    Esa mañana mis esclavas domésticas decidieron dividirse en dos grupos, uno de esos grupos se daría a la tarea de servir como esclavas personales o privadas, procurando así estar pendientes si yo deseaba algún masaje de pies, servirme de reposa pies, como mesita de servicio o simplemente apagar mi calor y ellas estarme abanicando, en pocas palabras la misión que ellas se habían autoimpuesto era tenerme en total comodidad como la Diosa que soy.
    
    La otra mitad de mis perras domésticas se encargó de realizar la limpieza general durante toda la mañana esmerandose dejar todo tan limpio como brillando un espejo mientras que sus compañeras me atendían como fieles perritas falderas. Al término del primer turno de ambos grupos solo sea permitieron ir a su surtidor de alimento y agua y así poder beber tan sólo la mitad de su ración y guardar el resto para beberla a fin de su segundo turno.
    
    Una vez de haber bebido agua ambos grupos intercambiaron sus roles, las que se habían encargado de mantener mi comodidad ahora empezaban a seguir la limpieza y las mientras que el otro grupo se encargaba de continuar su servicio a mis pies de manera ...
    ... personalizada.
    
    Mientras que mis domésticas intentaban demostrar que que tenían más energía que sus rivales; el lavado de autos continuaba productiva e incansablemente generando ganancias para su dueña y así poder continuar viviendo bajo su techo y muy lejos de sus patanes maridos, mismos que era muy obvio que sus esposas no les importaban nada, ya que ni siquiera se habían preocupado por buscarlas o pegar carteles de extraviadas.
    
    Todo daba a entender que a sus esposos les importaba prácticamente nada que sus mujeres desaparecieran sin dejar rastro, seguramente ya por esas fechas andaban con otras mujeres tal vez hasta más bonitas presumiendo sus nuevas conquistas; situación que les hacía ver una vez más el bien que les había hecho su Ama por haberles permitido vivir bajo su yugo que hasta el momento había sido su mejor opción para mejorar.
    
    Por fin terminaba la jornada de 12 horas lavando y puliendo autos, por lo que emprendieron el camino de regreso deseosas de dar a su Dueña el respectivo ritual del saludo besando sus pies y darle el reporte diario del progreso del negocio. Era más que notorio que así me trabajaran las domésticas hasta 24 horas continuas, las que más producían eran las lavacoches.
    
    Al llegar las perras lavacoches al reino, sus amigas otra vez se veían más cansadas que ántes, sin embargo no era por obligaciones, sino por estupidez al querer crear una competencia entre ellas y sus amigas lava autos; misma que sus compañeras ignoraban; ya que no es lo mismo lavar autos ...
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