1. La chica del banco


    Fecha: 07/11/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ella pone mucho énfasis para destacarla del resto del discurso.
    
    Después de un rato he comprendido lo que me está pidiendo y voy a darle satisfacción. Para romper el hielo y su timidez le propongo un juego de niños.
    
    - “Confía en mí. Vamos a probar algo, si no lo ves claro lo dices y lo dejamos inmediatamente”
    
    - “Tienes un pañuelo de cuello? Tráelo, por favor”
    
    - “Vamos a hacer una cosa. Me pones el pañuelo sobre los ojos y me haces un buen nudo para que no se caiga”, “…y luego nos vamos conociendo poco a poco”
    
    Con los ojos cubiertos por el pañuelo me quito la camiseta, ligeramente húmeda tras el paseo anterior. Le tomo ambas manos y las dirijo sobre mi pecho. Las guio unos instantes para que recorran mis pectorales, mis hombros y mis brazos. Luego le digo que acaricie tal como ella quiera, como más le guste.
    
    Al principio con timidez pero ganando confianza de forma gradual, me manosea todo el torso, desde el cuello hasta el vientre, la espalda, hombros y bíceps.
    
    Noto que al llegar al borde del pantalón se paraliza y vuelve enseguida a zonas menos conflictivas para ella. Una de las veces, le tomo la mano y se la llevo hasta mi glúteo duro y musculado. Rehúye el contacto pero poco a poco se agarra fuerte.
    
    Hago que ponga sus pulgares entre el pantalón y mi cadera. Antes de que pueda retirarlos acompaño sus manos a lo largo de mis muslos arrastrando hacia abajo el pantalón.
    
    Con éste alrededor de mis tobillos, destaca mi paquete envuelto en un bonito slip ...
    ... negro con motivos rojos. Mi polla empieza a estar morcillona, ganando volumen, pero sin estar erecta.
    
    Siento su respiración acelerada muy cerca de mi entrepierna. Le tomo la mano y se la coloco sobre mi vientre y el slip. Espero a ver que hace.
    
    Parece pegada como una ventosa y no se mueve ni arriba ni abajo. Le ayudo y le hago desplazar la mano hasta colocarla sobre el paquete. Ahora si que empieza a manosear y acariciar muy delicadamente con mimo con parsimonia como si fuese un gatito.
    
    Como no creo que se atreva a más, meto parcialmente mis dedos y le muestro lo que debería hacer para liberar mi polla. No me sigue, pero yo no la voy a dejar así. Hago caer el slip hasta los pies y quedo completamente desnudo ante ella. Lamento no poder ver la expresión de su cara.
    
    Permanezco de pie, desnudo y con los ojos vendados para que ella pueda contemplar de cerca mi cuerpo y que pueda tocar sin reparos aquello que mas le apetezca. Muy tímidamente su mano se va desplazando sobre mi piel. Mi polla está a media erección. La invito a contemplar como va creciendo al tiempo que ella me acaricia.
    
    La percibo agachada muy cerca de mi, su respiración esta acelerada. Con mucha timidez empieza a palparme entre los muslos para subir después al encuentro de mis testículos. Después de una detenida inspección sus dedos se posan sobre la polla y la recorren desde su nacimiento hasta la punta.
    
    Su timidez la tiene atenazada y no progresa. La ayudo cogiéndomela con dos dedos , estiro del ...