1. Me gusta recordar lo bien que follas


    Fecha: 09/11/2021, Categorías: Hetero Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... alguien o no, quería que me follases allí mismo, que sacaras tu polla y me la metieras haciéndome gritar una vez más, te habías convertido en una nueva droga para mí, una droga hecha a mi medida, hecha para mi vagina.
    
    Mis manos dejan de estar en reposo y busqué en tu pantalón, más concretamente tu cinturón, el botón y tu bragueta para poderte sacar la polla, empiezo un meneo con mis manos sobre ella, esta como recordaba, llena de vida dura y enorme, empiezo a pasar la palma de mi mano sobre tu glande haciéndote gemir, levanto mi falda y la meto entre mis muslos mientras tú sigues saboreando mis pechos con mi sujetador a medio quitar por encima de ellos, nuestros movimientos de cadera más acelerados y fuertes con tu pene presionado entre mis muslos, moviéndote hacia delante y hacia atrás como queriéndome follar.
    
    Levanto mi pierna y te pido que me la sujetes pero no estas por esa labor, hoy lo quieres todo y con fuerza me sorprendes quitándome las bragas de un tirón, te las has llevado a la cara para olerlas y te las guardas en el bolsillo, me coges de la cintura y me sientas en el mármol frío de la encimera del baño para a continuación agacharte y empezar a lamer mi clítoris haciendo que los gemidos empiecen a inundar el baño, mis piernas caen sobre tus hombros con las rodillas flexionadas dándome con los tacones en tu espalda, tus manos me cogen de la cadera y tu lengua recorre mi vulva de arriba abajo saboreando los flujos de mis labios y de mi vagina, noto como tus ...
    ... dedos comprueban si mi clítoris siente o no y a fe mía que si sienten, porque no podía articular palabra cuando me tenías totalmente entregada a ti.
    
    ¡Julián!, ¡Julián!, así sonaba tu nombre en mi boca entre jadeo y jadeo, sintiéndote entrar con tu lengua y dedos en mi vagina, sintiendo que mi cuerpo me abandonaba del placer que me dabas, pero te levantaste y contigo mis piernas que seguían sobre tus hombros haciendo que mi cuerpo fuera una V perfecta faltando tan solo una unión entre los dos cuerpos, una barra incandescente que tú casualmente tenías entre las piernas y que yo necesitaba con urgencia para que se metiera en la cueva húmeda y mojada que tengo yo, casualmente entre mis piernas, en esos momentos yo necesitaba un valiente que entrara y saliera de mi cueva explorándola como si le fuera la vida en ello, pero desgraciadamente para mí o no, depende de cómo se mire, tú estabas otra vez en desacuerdo con mis necesidades, porque a lo que te estabas dedicando era hacerme sufrir, a meter y sacar tu glande de mi vagina, a recorrer como en autopista mojado mis labios hasta mi clítoris, dándole pequeños golpes, hundiéndomelo, presionándomelo y haciéndome gemir, plantearme decirte al oído que me follaras, ya sabía de tus juegos, ya habíamos jugado a esto y habías perdido, aunque yo te dije que no, que no gano nadie o mejor dicho que ganamos los dos, quien sabe quizás la próxima ganarías tú, pero esta no iba a ser, esta a pesar de mi excitación iba a ser neutral.
    
    Tan neutral ...
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