1. Yo carmen, la puta.


    Fecha: 10/11/2021, Categorías: Sexo oral Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Apenas nos veíamos, y tan sólo una vez a la semana, quedábamos para mantener las relaciones sexuales que él necesitaba para desfogar su hormona masculina. Y al final, ocurrió. El me abandonó, a dos meses de nacer el bebé.
    
    ¿Qué había hecho yo para merecer que me abandonaran? ¿Dejarme preñar? ¿No tener dinero? No lo sabía, pero había vuelto al comienzo. Estaba sola. Y a veces, ocurre en la vida que, las desgracias vienen dadas de la mano. Mi padre murió en un accidente de tráfico, y mi madre, a pesar del esfuerzo, apenas podía mantenerme a mi con la pensión de viudedad, y menos, al bebé que pronto nacería.
    
    Nada en el mundo, podría haberme hecho imaginar la mayor desgracia de mi vida, que pronto vendría a mí me manera irremediable. Mi bebé, una niña, nació con una rara e incurable enfermedad. No podía pasarme nada peor en la vida. De pronto, era madre, soltera, abandonada, de una hija con enfermedad incurable, la cual le impedía desarrollarse. Era, casi por completo, vegetal. Un cuerpo, vivo, pero muerto a la vez. Una mirada perdida. Y para mí, una condena en vida.
    
    Mi calvario, había comenzado. Mi vida había acabado. Mi madre, era ya mayor y sólo recibía de ayuda la pensión por la muerte de mi padre. Yo, no tenía oficio ni beneficio, y no podía dedicar tiempo a otra cosa más que cuidar de mi hija, la cual dependía enteramente de mí, postrada en una cuna. Pasábamos hambre, era imposible para mí, sin apenas estudios, conseguir trabajo, y sólo conseguía una pequeña ...
    ... cantidad de dinero por lavar platos en bares y restaurantes por las noches. El poco dinero que obtenía era para simplemente sobrevivir. Pude resistir así bastante, hasta que no pude más. Tenía entonces, ya, 37 años. Mi hija, adolescente, seguía con vida, vegetal en una cama. Mi madre, anciana. Y yo, muerta en vida también. Había hambre, mucha hambre.
    
    No quedó otra. No había otra alternativa. Nada a donde recurrir si no. No tenía elección. Tuve que, tuve que cerrar los ojos. Tuve que olvidar cualquier principio, aceptar cuál era la realidad. Tuve que entrar en el agujero.
    
    A mis 37 años, sola en la vida, Madre de una hija enferma. Pasando hambre. Tuve que meterme a puta.
    
    Aquí comienza una historia, mi historia. El relato de lo vivido durante estos tres largos años, hasta convertirme en quien ahora soy. Esta soy yo, Carmen, la puta.
    
    PARTE 1: BUSQUEDA Y FRACASO.
    
    Había tomado la decisión. No sabía el qué, cómo, dónde ni cuándo hacerlo, pero tras meditarlo mucho, la idea de que la prostitución era mi única salida no paraba de rondar por mi cabeza. Empecé a buscar información por todos lados. Buscaba en los anuncios de locales que encontraba en las paginas finales de los periódicos, donde a menudo era común encontrar el número de chicas de compañía, pero la mayoría era trabajadoras por cuanta ajena, que probablemente no habrían estados dispuestas a ayudarme, para no así aumentar la competencia.
    
    Empecé a buscar información por internet acerca de cómo poder dedicarme al ...
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