Oficina caliente
Fecha: 14/11/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos
Ayer te soñé… fue tan real te folle tan rico, me comiste de una forma que me dan ganas de volver a soñar, cogimos, cogimos mucho. Fue tan real…
Si crees que está es una historia de amor, olvídalo aquí sólo encontrarás: pasión, sexo; el amor no está incluido en estas letras, solo la lujuria tiene un espacio reservado en estas líneas.
Si aun así te decides a leer disfruta.
Por mucho tiempo he fantaseado con Paulina… ella se da a desear y entre charlas también me ha dado a entender que ella también siente una atracción por mí.
Una relación entre nosotros simplemente no se puede dar, ella tiene su marido, yo tengo mi mujer, ambos tenemos hijos, aun así siempre estamos coqueteando y platicando sobre qué nos gusta hacer a la hora de la de la intimidad, en más de alguna ocasión nos hemos calentado mutuamente, y ella al fin me dice:
—No sigas que esto no está bien.
Pero sé que solo es cuestión de tiempo para que algo suceda entre ella y yo.
Paulina es una mujer sexi, como me gustan, es segura de sí misma, y disfruta plenamente de su sexualidad tenemos gustos parecidos a la hora de follar.
Es una morena sensual como de 1.60 metros tiene una linda cara parecida a JLo, aunque su cuerpo no es como el de ella, Paulina es más bien gordibuena, pero tiene todo bien acomodado sus pechos no son muy prominentes, pero tiene un trasero espectacular con ella hablo de todo, no tenemos restricciones en nuestras charlas personales, desde nuestras fantasías, hasta los juguetes ...
... que cada uno tiene para disfrutar en pareja, cierto día compre un plug anal de esos que vienen con una cola de zorrita incluida, sabía que ella quería uno de esos pero no lo había podido comprar aún, una vez le dije medio, en broma medio en serio, que yo se lo compraría con la condición de que me dejara ponérselo por primera vez, solo para poder verla, ver ese prieto trasero tan rico con una de esas colas ufff!!! Sería sensacional, verla a ella a gatas por la habitación luciendo su trasero con una cola de esas en especial me causaba un morbo enorme.
Ella me dijo que sí, pensando que estaba bromeando –o tal vez también fantaseaba conmigo, como yo con ella–, los días pasaron y no podía quitarme de la cabeza esa cola de zorra, quería a Paulina de zorra para mí, así que me decidí y fui por la cola.
Fui al local donde siempre compro los juguetes y le explique a Nena lo que quería en esa ocasión, me enseñó varios modelos unos con el plug de plástico, unos de algo parecido al vidrio, y otros eran de metal todos con diversas formas en el plug, al final me decidí por el de metal, compre uno de tamaño mediano pues aunque ella me ha contado que le gusta el anal no quería algo muy grande para empezar –ya después podríamos intentar otro más grande, si es que no terminamos por perder la amistad por esto– tenía un lindo pelaje gris con blanco, compre un lubricante y metí todo en mi maletín donde guardo todo lo necesario de mi trabajo y me lance a la oficina, llegando al edificio entre ...