1. Una esclava inesperada VII - Final


    Fecha: 28/05/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    Debo agradecer a todos los lectores por sus comentarios e índices de lecturas. Me siento honrado de poder contribuir y corresponder a todo lo que esta página y vuestros relatos me han dejado. Gracias. Sin más, el final de esta historia. (Si no has leído los anteriores, te invito a que los leas y, de ser posible, por favor comenta. Aprecio la realimentación)
    
    Recuerdo que cuando Ga me dijo que se iba sentí un vació que se formaba en mi pecho. El hecho de que la primera persona de la que me enamoraba me dejara, era algo nuevo y difícil de asimilar para mí. Después de haber vivido tantas cosas juntos, después de enamorarme de una enferma del sexo y después de mucho tiempo, ella se iba a separar de mí. Estaba devastado.
    
    Me dijo que su padre había decidido irse a un estado del norte de la república, por motivos de trabajo y dado que ella estaba a punto de entrar a la universidad, sólo esperaría a que ella terminara la prepa, para lo cual, sólo le faltaban unos meses. Platicamos largo y tendido sobre el asunto, sin llegar a nada. Al final ella se durmió y yo quedé despierto toda la mañana hasta bien entrada la tarde.
    
    A eso de las 5 de la tarde por fin me levante y dejé mis cavilaciones a un lado. Pedí un par de pizzas, me vestí y fui a la tienda por sobres de agua para preparar. Cuando regresé Ga seguía dormida. Esperé las pizzas observando cómo dormía la mujer en la que pensaba todas las noches. Por el calor ni siquiera se tapo y el verla desnuda, tan tranquila sobre mi ...
    ... cama, me hizo soltar unas lagrimas. La había perdido.
    
    Sus hermosos y suaves pechos, inclinados hacia un lado, con las marcas de las pinzas. Su trasero grande lleno de marcas rojas y su cabello sobre sus hombros y cara. Esa si que fue una experiencia religiosa. Jamás olvidaré ese cuadro y estoy seguro de que si tuviera la habilidad para pintar, habría inmortalizado ese momento.
    
    Al poco rato llegó la comida. Me senté solo a la mesa y me refiné 5 pedazos sólo. Ga estaba profundamente dormida y hasta las 7 de la noche despertó, encontrándome a mí observando la televisión.
    
    - ¿Por qué estas vestido? – me preguntó agarrando dos pedazos de pizza - ¿Quieres que me vaya?
    
    - No, sólo que salí a la tienda – respondí vagamente – Ahí hay agua si quieres
    
    - Casi te acabas una pizza tu solo – dijo entre risas – eres un tragón.
    
    - Ga, no quiero que te vayas – había apagado la T.V. y me levanté para sentarme con ella a la mesa – Te amo.
    
    - Ya te dije que si dices eso voy a vomitar – hizo la mueca tan famosa que expresa el vomitar y después susurró con la mirada baja – yo también.
    
    - ¿Qué puedo hacer para que te quedes?
    
    - Nada, ya todo está decidido. Mi padre es muy tajante. Ya lo conoces.
    
    - Si… – los encuentros con su padre fueron un agradable recuerdo – y entonces… ¿Cuándo te vas?
    
    - Como en un mes
    
    Esperé a que terminara sin decir una palabra más. Cuando hubo terminado de comer, me acerque a ella y la besé con todas mis fuerzas. Traté de ser lo más tierno posible. ...
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