1. Regando las flores blancas del geriátrico


    Fecha: 18/11/2021, Categorías: No Consentido Autor: ALEJOGOMEZ6991, Fuente: CuentoRelatos

    Cumplía un año de estar trabajando en el geriátrico, era mi primera experiencia laboral después de graduarme de estudiar Enfermería en la capital. Hubiera estudiado para ser doctor pero por escasez económica nos tocó estudiar algo a fin, sin embargo me fue difícil ubicarme laboralmente porque en todas las vacantes me decían: 'Se necesita enfermera' y me descartaban por ser hombre y en otros casos por discriminación por ser negro, solo en el geriátrico Renacer me brindaron la oportunidad.
    
    Y en gran parte irónicamente por ser un hombre de talla grande, de 1.96 cm, con contextura física gruesa y fuerte, que ayudaría en este trabajo para alzar a los pacientes seniles del geriátrico, además seria la mano derecha del director el doctor Godoy un hombre aparentemente gentil de unos 41 años un poco obeso para ser doctor, pero por ser alto no podríamos llamar gordo sino robusto que llevaba más o menos 6 años como director del hospital Geriátrico cuando lo compro casi en quiebra, pero el doctor Godoy aprovechando la infraestructura del geriátrico que en el siglo pasado fue un hacienda, lo remodelo de tal forma que hizo que la casona terminara con 100 habitaciones, sala de estar, 2 salas de televisión, un teatro, sala de juegos, un comedor enorme al igual que la cocina, también contaba con caballerizas y un lago. Parecía un hotel de cinco estrellas pero lejos de ello, porque todo lo bueno tiene su lado oscuro solo que en este caso era siniestro.
    
    El doctor Godoy había hecho un ...
    ... negocio redondo porque ahora los pacientes del Geriátrico en esta nueva etapa eran adultos mayores pensionados y con alto poder adquisitivo “Ricos” que pagaban fortunas por hospitalizase que para los ojos de la sociedad era simplemente por las instalaciones y el servicio especializado, pero al pasar el portón grande del hacienda que solo se abría para los días de visita de familiares o los amigos una vez al mes, se encontraba una realidad muy diferente aunque los pacientes seniles nunca se quejaría del buen servicio. Y todo me di cuenta desde que firme el contrato con el Hospital en cabeza del doctor Godoy el cual era muy generoso que no solo compro mi silencio, también vendí mi conciencia y corazón.
    
    Pronto me acomode a las reglas que no solo era de enfermería básica sino más allá, era un capataz pero también abecés parecía un vasallo siempre obediente a los deberes que me imponía doctor Godoy como también a los caprichos de los pacientes del geriátrico que poco a poco me fui acostumbrado a pesar que en muchas oportunidades era perversos, y todo porque la mensualidad que cancelaban los viejos les incluía todo tipo actividades recreativas pero lo que más gustaba entre los viejos eran los servicios sexuales que ofrecía el Hospital y que lo hacía diferente a todos los demás geriátricos que en su mayoría no contrataban putas, pero El Renacer si, por lo que el desfile de prostitutas entrando era permanente por eso el personal operativo del Hospital era todo masculino (Un cocinero, ...
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