1. Me piden la mano y doy el ...


    Fecha: 20/11/2021, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi vida ha cambiado desde que pasé un fin de semana con Manolo. No es hábil cogiendo, pero lo suple con el pedazo de verga que tiene. Nunca había visto una así.
    
    Ahora me río si alguien me dice que el tamaño no importa.
    
    Ser amante de tu jefe tiene más inconvenientes que ventajas. Te tienes que pasar el día simulando. Eso sí, yo lo provocaba desabrochando botones para mostrar más de la mitad de mis lolas, o llevando minis y agachándome para que viera el final de las medias y con un poco de suerte la bombacha que apenas cubría mi sexo.
    
    Al salir a su departamento o al mío, y allí desahogábamos nuestra lujuria. A los dos meses me fui a vivir con él. Alquilé mi departamento, era un camino sin vuelta atrás, por lo menos eso pensaba yo.
    
    Mi vocación de leona la saciaba con el español. Me veía poderosa, estaba pendiente de mí. Y le volvía loco. Eso me hacía feliz. Le tenía en la mano.
    
    Es martes cuando me suelta la noticia. Aprovechando la reunión anual de la empresa ha cambiado su asiento en primera por dos de turista, para que le acompañe. Y ha pedido permiso al jefe supremo para poder llevarme, dado que ahora hay poco trabajo. Salimos el jueves a la noche para España.
    
    Me abalanzo sobre él. Le como a besos. Estoy en la gloria.
    
    " ¿ Lo haces porque me quieres o porque me deseas y no puedes estar sin tu niña al lado?"
    
    "Tú qué crees."
    
    " Voy a comprobarlo".
    
    Me quito la túnica que llevo y quedo desnuda ante él. Me acerco y toca su miembro a través del ...
    ... pantalón. Está empalmado.
    
    Como siempre, me cuesta quitarle el pantalón y los calzoncillos. Su verga es un obstáculo en una bajada normal. Lo tengo ante mis ojos cuando me arrodillo para atacarlo con mi boca.
    
    Apenas lo chupo, me separa.
    
    " Ven a la cama ,cariño." Me dice mientras se desnuda del todo.
    
    Y allí me hace el amor, no me coge , me hace el amor cargado de ternura. Muy lentamente , recorriendo mi cuerpo con sus manos y su boca, hasta que yo me voy , y me vuelvo a ir. Sólo entonces me ensarta. Se apoya en sus manos para no hacer recaer su peso en mi cuerpo, y despacio al comienzo y rápido al final, me hace suya.
    
    " Te quiero. Eres la mujer de mi vida."
    
    El viernes tomamos el avión. Son doce horas hasta Madrid.
    
    Tenemos los asientos pegados a la ventana, en el de dentro me siento yo, y Manolo en el que da al pasillo.
    
    Estoy nerviosa, nunca he pasado tantas horas en un avión. Poco a poco me voy relajando, cuando nos dan de cenar, aprovecho para tomar un poco más de lo que suelo hacer, quiero aturdirme y no pensar en el vuelo. Apagan las luces.
    
    " ¿ Te acuerdas de Enmanuelle? "- me susurra Manolo, que también ha tomado lo suyo.
    
    "Sí , debía ser otro avión, porque acá no se puede . Es incómodo"
    
    " Algo podemos hacer"- agarra mi mano derecha y la lleva bajo la manta a su bragueta. La tiene gorda, empujando la tela. Me aturde esa maravilla de verga enorme, majestuosa.
    
    " Espera"- me levanto y voy al aseo. Al pasar para la ida y la vuelta me restriego contra ...
«123»