1. En el baño


    Fecha: 21/11/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Carlos guarda apresurado el mando en su bolsillo, se pone un saco negro y enseguida entramos al salón tomados del brazo, con toda la calma del mundo para que yo no tropiece con los tacones. Vemos a sus padres a lo lejos y de inmediato caminamos hacia ellos para saludar. Es la boda de su primo y han invitado a toda la familia.
    
    La fila de besos y abrazos con el resto de los contertulios es interminable. Por momentos siento que me he pasado un poco de la raya, pero a veces la rutina puede tornarnos en vasallos.
    
    Al cabo de varios minutos nos sentamos en el lugar asignado. No sólo estamos junto a sus padres; compartimos mesa también con sus tías. En particular con su tía Andrea, quien siempre lo trata como un crío, además de insistir en lo guapo y educado que es su “niño consentido”.
    
    -“Es un santo.”
    
    Le respondo a su tía con risas mientras beso a Carlos en los labios, recorriendo con discreción su entrepierna por debajo de la mesa.
    
    Lo que no sabe la tal Andrea es que traigo puestas unas bragas con vibrador, y que el mando a distancia lo trae se encuentra en el bolsillo del pantalón del chico perfecto.
    
    Recién le he contado de la sorpresa mientras íbamos en el auto y Carlos no sabía si detenerlo, dar media vuelta o continuar el destino.
    
    -“Es broma... debiste probarlo en otra ocasión... sabes que toda mi familia estará ahí?... y yo lo manipulo y pretendo que no pasa nada?... y por qué no lo hicimos mejor antes de venir a la fiesta?... eres una cabrona, en ...
    ... verdad.”
    
    Algunos tragos y horas después Carlos se relaja con la situación. Mientras converso con sus primas sobre el trabajo y la vida en general, brindamos por los novios deseándoles lo mejor del mundo.
    
    Y De pronto el alcohol me sonroja más de lo habitual. Carlos ha encendido el vibrador y ahora me toca tragarme mis palabras. Con mucha discreción me recargo sobre la barra del bar y busco un banco para sentarme. Una de sus primas me pregunta si me encuentro bien.
    
    -“No pasa nada... es el cansancio de la semana”
    
    Respondo mientras aprieto las piernas con fuerza. Volteo a todos lados para encontrar a Carlos en el lugar, pero no consigo ubicarlo. El aparato continúa trabajando y yo siento mis bragas humedecerse con la vibración directa sobre mi clítoris.
    
    Trato de mantener el hilo de la conversación, pero cada vez me resulta más difícil concentrarme y mantener la calma. Por momentos quisiera gritar de placer, pero a cambio tengo que sonreír ruborizada para disimular.
    
    Tomo el último trago de la copa y me levanto de golpe. Me aparto del grupo buscando un poco de aire.
    
    Caminando por el salón veo a lo lejos a Carlos riéndose, sosteniendo una copa en la mano mientras platica con unos conocidos, en tanto que la otra mano la tiene en el bolsillo. Pedazo de cabrón.
    
    Caminando con nervios, logro sentarme en una mesa desocupada para poder correrme en medio de la fiesta. Un orgasmo delicioso entumece mis piernas y tengo que doblarme para poder gemir por debajo de la mesa. El ...
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