1. Mi suegra: La culpa fue de las gafas


    Fecha: 22/11/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Fudo, Fuente: CuentoRelatos

    Siempre está el mito del novio liándose con su cuñada, del yerno con su suegra. Son mitos que no se pasaban por mi mente, lo veía como algo alejado y fruto de la imaginación de relatos y películas.
    
    Con mi novia me va de maravilla, nunca hemos tenido grandes problemas, y sexualmente nos va bastante bien. Como ya he dicho esos mitos, yo los veía lejanos, ya que no tenía cuñadas y mi suegra, muy familiar, y enamorada de su marido, tampoco era una mujer de portada de revista, tiene 44 años, 1,60, morena, es guapetona, y delgada, entra dentro de lo que yo llamo normalidad. Pero lo que no es normal, es lo que me ocurrió en la playa.
    
    Estábamos en nuestra casita en la playa, toda la familia reunida como de costumbre. Todos se iban a la playa antes de comer a darse un chapuzón, yo me había levantado un poco enfermo y decidí no ir, me pegaría una ducha para quitarme el calor y haría la comida.
    
    Cuando salieron todos, fui a meterme en la ducha; Fina, mi suegra, se le había olvidado las gafas y subió a cogerlas. Yo no la había escuchado entrar y salí del cuarto de baño, pues como mi madre me trajo al mundo, he de decir, que la naturaleza fue generosa conmigo y me donó un pene espectacular, un gran trozo de carne que era el postre habitual de mi novia.
    
    Pues bien cuando salí, mi suegra estaba allí frente a mí, los dos nos sorprendimos. Yo, porque no me esperaba a nadie en la casa, y ella... ella no me estaba mirando a los ojos, era más abajo:
    
    —perdona... venía a por las ...
    ... gafas. —Me dijo sin quitarle los ojos a mi verga.
    
    Salió corriendo de la casa, en su cara había visto algo más que sorpresa, podría haber sido placer, no sé, esa era mi intuición. A mi, no sé porque, el momento me pareció excitante, me metí en el cuarto de baño, y me hice un pajote de los que pasarán a la historia.
    
    Sin más dilación me dediqué hacer la comida. Cuando llegaron todos de la playa, yo ya casi me había olvidado del incidente con mi suegra, pero ella creo que no. Durante la comida y el resto de la tarde estaba como ausente, me miraba con una cara distinta, estaba como avergonzada al hablarme, ella había visto desnudo a su yerno, pero no era para ponerse así.
    
    Así pasó todo el día hasta que llegó la noche, después de la cena, mi suegro insistió en que fuéramos a dar una vuelta y a comernos unos helados. Mi novia, su padre y sus hermanos con sus respectivas parejas accedieron, yo estaba todavía un poco enfermo y decidí quedarme viendo la tele, pero lo sorprendente es que Fina, mi suegra, también decidió quedarse, le había sentado mal la comida y no tenía muchas ganas de moverse. Yo eso no me lo creí, sabía que tenía algo que ver con lo de esta mañana, pero no sabía hasta donde podía llegar.
    
    Nada más irse, hablé con Fina:
    
    —Oye, perdona por lo de esta mañana, es que no sabía que hubiera nadie.
    
    —No, perdona tú, no pude evitar sorprenderme, no pude reaccionar. —me contestó ella.
    
    —Bueno olvidado queda ya.
    
    —No, no puedo olvidarlo, tengo una extraña ...
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