Me la cojo en la fiesta de su esposo
Fecha: 23/11/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
La fiesta de cumpleaños de Mauro se desarrollaba excelente, era su cumpleaños número 27, así que parecía desatado, alcohol, comida y música inundaba el pequeño departamento donde vivía el y su cónyuge, Samanta.
La “gordibuena” caliente de la que ya les hablé, después de esa rica noche de sexo que tuve con ella, en donde me dio un oral de infarto, ¡me invito a la fiesta de su marido!
No podía evitar sentirme con adrenalina, estaba conviviendo como un amigo más y el me trataba bien, ¡no se imaginaba que ya me había partido a su mujer y que probablemente me la cogería esa noche!
Samanta por su parte, andaba como siempre, riendo, bailando y siendo muy coqueta, traía puesto un minivestido blanco que mostraba esas piernas que a diario me generaban erecciones, la muy caliente era el centro de atención y al principio Mauro estaba incomodo, pero con el paso de la noche y el alcohol, ¡se había olvidado de su mujer!
Aproveche para estar conviviendo con ella, bailábamos, brindábamos y nos coqueteábamos mutuamente, no sé si se dio cuenta su pareja, ¡pero mis deseos por darle verga empezaron a invadirme!
S: ¡Tengo mucho calor!
L: ¡Deberías quitarte el saco!
S: Uhm, ¡se me verán mis teas!
L: ¡Uhm, mejor, jajá!
Ese tipo de pláticas solo me ponía más caliente, cada que podía le agarraba esas piernas que tanto me encanta, ¡ella no me decía nada y su pareja andaba ya bien metido en el alcohol!
Después de cantarle la felicitación, algunos amigos comenzaron a ...
... irse, Samanta y yo continuábamos intercambiando miradas, ¡esas miradas hacían que se me pusiera súper dura!
Mauro ya ebrio, se salió a su patio y platicaba y tomaba con otros amigos igual de borrachos, Samanta me miro fijo y subió a su cuarto, sin dudarlo la seguí.
S: ¡Ven para acá cabrón!
L: ¡Chiquita, me tienes duro!
S: Lo sé, cógeme, vamos, ¡hazlo!
L: ¡Eres una perra, me excitas un chingo!
Nos metimos a su cuarto, y como rayo nos desnudamos, puse el seguro, sabía que su marido ni cuenta se daría, pero más vale prevenir.
Nos acomodamos en un 69, le mamaba su rica y jugosa concha, ella devoraba con desesperación mi dura verga, la cual ya estaba llena de fluidos pre seminales.
L: ¡Uf, mámala, que rico, uhm!
S: ¡Ah, no pares, uhm, que rica verga!
Nos olvidamos por completo de donde estábamos, mi lengua lamia su clítoris y lo hacía inflarse, saboreaba sus fluidos vaginales, ese sabor salado me encantaba en la lengua, ella se ahogaba metiendo mi verga hasta su garganta, ¡le acariciaba sus grandes nalgas y ella de vez en cuando le daba pequeñas lamidas a mi culo!
S: ¡Deseaba tu verga desde hace meses!
L: ¿Eres una caliente, que tu marido no tiene?
S: ¡Pero la tuya me encanto!
L: ¡Pues cómetela, vamos, uf, así, sigue, uhm!
Samanta lo mamaba riquísimo, me tenía jadeando, no sé si me oían, ¡pero la rica gordita me tenía a mil!
Samanta tomo la iniciativa y subió a cabalgarme, sus movimientos eran ricos, le acariciaba su pezón oscuro, ¡le ...