1. Me la cojo en la fiesta de su esposo


    Fecha: 23/11/2021, Categorías: Infidelidad Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... apretaba las carnosas piernas y la empujaba más a mi dura verga!
    
    S: ¡Mmm! ¡Que rico!
    
    L: ¡Uhm, muévete, que rico te mueves!
    
    Me cabalgaba riquísimo, ¡sus ligeros entones me hacían sentir la gloria y afuera su marido o cónyuge o lo que sea seguía tomando mientras su vieja nuevamente era mi puta!
    
    Se dejaba caer mostrándome sus nalgas, la gordita me lamía los pies, y se dejaba caer rico, yo la tomaba de su cadera y aumentaba la velocidad e sus sentones, ¡me encantaba ver como mi verga entraba en su rica concha!
    
    L: ¡Uhm, ¡Samanta, coges rico, uhm!
    
    S: ¡Te trabajo mejor que cualquier flaca que te hayas cogido!
    
    L: Si, ni que lo digas, vamos, muévete, uhm, ¡apúrate o vendrá tu marido!
    
    S: ¡Seria excitante que nos viera así, uhm!
    
    Se puso en cuatro, un enorme, carnosos y rico trasero estaba frente a mí, lamí esas nalgonas con desesperación, mordí los carnosos muslos, coloqué mi verga en medio de sus nalgas y me masajeaba, ella lo movía sabrosos, ¡parecía Shakira moviendo la cadera!
    
    S: ¡ya, métela!
    
    L: ¡Pídemela!
    
    S: ¡Cógeme, méteme tu rica verga!
    
    L: ¡Uhm, ahí va nena!
    
    La tomé de sus caderonas y la empecé embestir, me empujaba con fuerza, sus gemidos me excitaban un montón, ¡me encantaba cogerla mientras Mauro estaba ebrio y sin darse cuenta!
    
    Ella también se empujaba hacia mí, se movía para hacerme sentir rico, más duro la empujaba y más duro gemía, no sé si nos escuchaban, ¡solo seguíamos disfrutando del acto!
    
    S: ¡Que rico, uhm, ah!
    
    L: ¡Ah, ...
    ... nena, uf!
    
    S: ¡Coges bien rico cabrón!
    
    L: Tú también, ¡eres una rica perra!
    
    La forma mal hablada que tenía me ponía más cachondo, le jalaba el cabello, le arañaba la espalda, total, ¡ella era buena para la infidelidad!
    
    La acosté y levanté sus piernas, la penetraba salvaje, el ruido de mi pelvis chocando en sus nalgas era violento, ella ya gritaba, la música lo disfrazaba, pero aún era arriesgado, le mordía los pies, más rápido se la metía, ¡la gordita me tenía a mil!
    
    S: ¡Ah, si, así, uhm!
    
    L: Toma, toma, ¡me vas a sacar la leche!
    
    S: No me la eches dentro, ¡dámela en la cara!
    
    L: Si, como digas, no te quiero preñar, ¡uhm!
    
    S: ¡Ah, papi, que rico, uhm!
    
    L: ¡Nena exploto, exploto!
    
    Mis huevos se inflaron, al sentir eso se la saque y la tome de la cabeza, ¡ella abrí su boca y me vine!
    
    Un alivio salió de mí en forma de leche, la cual, ¡ella probaba y se batía la cara de mi caliente semen!
    
    Samanta metió mi verga a su boca y limpio todo mi semen, cerraba los ojos y la metía y la sacaba, eso alargo mi orgasmo, la gordita también se vino, dejamos todo mojado.
    
    ¡Una vez pasado el orgasmo, nos limpiamos y medio acomodamos el lugar, al bajar ella primero me dijo que Mauro ya estaba en el sofá dormido y solo!
    
    Baje como rayo, e incluso la ayude a subir a su marido, en la puerta del cuarto con una hipocresía tan grande, nos besamos, miraba de re ojo a Mauro, que dormía como si nada, ¡sin saber que estaba acostado sobre mi semen!
    
    Salí de su casa como ...