1. El tipster (Parte 9)


    Fecha: 25/11/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Sempiterno, Fuente: CuentoRelatos

    ... me zambullía con un clavado en la piscina.
    
    Espero que el agua enfríe mi calentura, pensé.
    
    —Si, ya voy —respondió secamente.
    
    Creo que está molesta, tal vez me dejo acariciarla de más porque aún se sentía culpable. La ayude a entrar en la piscina, se podía tocar el fondo fácilmente ya que no era muy profunda. Empecé a enseñarle algunas técnicas de natación, ella ya sabía algunas, pero aún tenía cierto miedo al momento de nadar por lo que tenía que sujetarla de las manos.
    
    —Ahora te soltaré, es importante que lo intentes tu misma.
    
    —Es que… no sé.
    
    —Mírame a los ojos, confías en mí cierto.
    
    —Si.
    
    Ella se soltó y comenzó a nadar, llego a una esquina y regresó a mi lado con una sonrisa en los labios.
    
    —Lo hice.
    
    —Ves que no era muy difícil, solo tenías que quitarte el miedo al agua.
    
    —Contigo me sentía segura, ya te dije eres mi héroe.
    
    —Pero tendrás que estar por tu cuenta no siempre estaré a tu lado, ya pareces la chica que siempre está en problemas y el héroe tiene que salvarla. Eso quieres ¿Ser esa chica?
    
    Teresa estuvo a punto de contestar pero se contuvo cuando vio que Jimena se acercaba.
    
    —Vaya. ¿Por qué no me llamaron?
    
    Entre la calentura y lo que paso me había olvidado completamente de Jimena.
    
    —Acabamos de entrar, ven únete —respondí rápidamente.
    
    Al ver que me miraba seria y no se movía, tuve que salir del agua, me acerqué y le dije.
    
    —Vamos, no te enfades.
    
    —Es que siento que me estas dejando de lado.
    
    —Te lo imaginas, no ...
    ... seas celosa —dije acariciándole la mejilla.
    
    Se calmó un poco pero aún seguía cortante, así que trate de cambiarle de idea.
    
    —Para que veas que me preocupo por ti, ponte de lado te echaré crema a tu espalda.
    
    —Bien, al menos te acordaste de que me faltaba crema en esa zona.
    
    Mientras le sobaba la espalda no pude evitar compararlas, Jimena tenía un aire más elegante y refinado, como su madre, en cambio Teresa rebosaba sensualidad y provocación.
    
    —Se siente bien, ¿Me darías un masaje? —me pidió mientras se estiraba en la tumbona.
    
    —Lo que tú digas preciosa.
    
    Le fui dando un masaje haciendo movimientos circulares pequeños de un lado de la columna vertebral y, luego, del otro lado.
    
    —Que relajante… eres bueno en esto.
    
    Seguí con movimientos ascendentes, pero esta vez desde las nalgas hacia el cuello.
    
    —Seguiría todo el día si pudiese, ahh… —soltó un ligero quejido cuando toqué casualmente en medio de las nalgas— será mejor que paremos.
    
    Me di cuenta de que se estaba excitando, así que le dije para meternos al agua, ella aceptó, se le notaba más tranquila, aunque en la piscina no permitía que me acercase tanto a Teresa, claramente estaba marcando territorio, seguro que en su mente se estaría arrepintiendo de haberle dado ese bikini a su sirvienta, yo trataba de no mirarla tanto, pero se me iba los ojos a la zona de sus pechos, tal vez porque era mayor que Jimena, Teresa tenía más volumen en los senos, lo que provocaba que Jimena la mirase con cierta envidia. Así ...
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