1. Mi maestra de baile cubana


    Fecha: 26/11/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: whitemore, Fuente: CuentoRelatos

    ... mamaba delicadamente, sus grandes labios subían y bajaban con parsimonia por el tronco de mi verga hasta la cabeza; se notaba que disfrutaba mamarla con calma mientras yo sentía que me iba a correr en su boca en ese momento. Así que le pedí que se acostara para lamerle ese coño con olor a rosas que me estaba volviendo loco por probar. Le daba lengüetadas sobre todo el coño y succionaba suavemente su clítoris. Desde mi perspectiva veía cómo arqueaba su espalda y escuchaba cómo gemía suavemente. Me excitaba ver que ella también lo estaba disfrutando.
    
    Mónica me preguntó si tenía condones, pero yo no tenía ninguno, y ella me dice que me viniera afuera de ella. Mi verga ya estaba latiendo de placer de anticipar estar adentro de mi hermosa maestra de baile.
    
    La recosté en la cama boca arriba mientras le chupaba las tetas, le separé las piernas y me deslicé dentro de ella y suspiró suavemente a mi oído “Sí, papi” y con eso yo me sentía completamente desarmado ante semejante mujer. Tenía un coño suave y caliente, y empecé a moverme despacio progresando hasta darle más rápido. Mónica tomó mis nalgas y me empujaba hacia ella pidiendo la embistiera duro. Podía sentir mis huevos rebotando en su culo su culo y cada vez que me empujaba hacia ella.
    
    Paré y le dije que se pusiera en cuatro, a lo cual ella obedeció al instante. Se volteó y arqueó la espalda con ese culo duro apuntando hacia mí. La metí y mientras la agarraba de las caderas para traerla hacia mí. Era delicioso ver ...
    ... cómo mi verga desaparecía en ese culo grande mientras ella se movía de adelante hacía atrás con un ritmo constante que hacía que sus nalgas rebotaran de una forma gloriosa al topar con mi pelvis.
    
    Luego de un par de minutos de metesaca, me dice que si se podía montar sobre mí y yo me salí de ella y me acosté para dejarla que cabalgara.
    
    Se puso arriba de mí y comenzó a bajar suavemente sobre mi verga, podía sentir cómo su coño se deslizaba con calma desde la cabeza hasta la base, así que la dejé hacer lo suyo y que se cogiera solita mientas yo le agarraba las nalgas grandes que no podía ni siquiera abarcar completamente con mis manos estiradas.
    
    Se movía con una candela impresionante, podía sentir su coño hirviendo bailando sobre mi verga más tiesa que un palo. Sus fluidos vaginales calientes se me escurrían por los huevos y yo estaba completamente extasiado de ver a semejante diosa cubana montada sobre mí. Me preguntó si me gustaba así o más rápido y yo decidí poner esa batidora en modo turbo para ver el funcionamiento al máximo de esa máquina de baile sensual y Mónica empezó a moverse cómo si no existiera el mañana, era cómo si sus caderas tuvieran autonomía del resto de su cuerpo y rotaban a toda velocidad sobre el eje de mi verga. El fin estaba cerca y por la progresión de sus gemidos podía notar que ella estaba a punto de correrse también, no pasó ni un minuto para que Mónica tuviera un orgasmo que le hizo temblar los muslos y reducir la velocidad de sus movimientos, ...