Cuando inesperadamente somos tres
Fecha: 27/11/2021,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: vaganauta, Fuente: CuentoRelatos
Mientras esa música sonaba, ella se movía sensual delante de nosotros.
Estaba buenísima en ese vestido de seda ceñido al cuerpo, muy atrevido por lo corto y escotado, dejando imaginar y más todo lo que suponía esconder debajo.
Obvio que a partir de las luces tenues, la música acaramelada y el alcohol que ya había corrido, todos estábamos encendidos.
La conversación subía de tono, cada vez más sexual.
Que las posturas, que cuantas veces, que si engañábamos a nuestras novias y unos tantos temas más que producían en nuestras pijas la calentura propia que podía tener cualquier joven de nuestra edad.
Ella también se la notaba encendida, algo caliente.
De tanto en tanto, pasaba su lengua muy sensualmente por sus gruesos labios o se mordisqueaba el labio inferior mientras escuchaba nuestras historias.
Atenta a nuestros relatos, deslizaba suavemente su mano derecha en un ejercicio de sube y baja sobre su seno, que ya permitía observar los pezones erectos debajo de la seda del vestido. Estaba calentísima, a punto y las ganas que yo tenía de cogerla.
TENÍA MUCHAS GANAS DE CHUPARLE LAS TETAS.
Así de gráfico, con las letras mayúsculas.
Los malignos pensamientos que se me cruzaban mientras ella hablaba, hacían que mi falo se endureciera aún más.
La verdad, la pija ya me dolía, encerrada en el pantalón, con lo cual me excusé para ir al baño.
No aguantaba la calentura y prefería ventilarme antes de cometer un error, que provocara el rechazo y la ...
... vergüenza en medio de la noche.
Volviendo del baño, resultó una gran sorpresa la escena que me encuentro.
Cuando ingreso en nuestro reservado (en este bar tienen pequeños reductos para no más de cuatro personas, bien privados) Rodrigo y Florencia se estaban “tocando” descaradamente: mientras Rodrigo se masajeaba su pija a centímetros de Florencia, esta se pajeaba a dos manos también cerca de él.
Quedé paralizado ante la escena que estaba viendo.
Ella entonces, susurrando (de placer y casi acabando) me dice:
-Es que apostamos quien llega primero… yo ya casi le gano…
-Yo me prendo -dije.
Y ahí nomás pelé mi chota y comencé a masajearla. Ya la tenía de piedra antes de empezar a tocarme.
Florencia, mientras se metía mano, miró deseosa mi pene.
-No vale… recién empezás… vení acá que te desgasto un poquito -volvió a susurrar.
-Tremendo palo tenés nene… te lo mamo un poquitín, si???
Con cara viciosa se empezó a devorar mi falo que ya estaba súper duro.
La verdad que lo hacía muy bien. Tenía mucha experiencia con la pija en la boca, sobaba muy bien mis huevos que estaban duros como piedras.
Rodrigo mientras, le comía la concha a lengüetazos. Era un descontrol porque también le metía dos dedos en el culo.
Ella gemía como gata, mientras se devoraba mi verga durísima.
Estábamos todos a mil: Florencia quería pija a toda costa (su cara de vicio la delataba), Rodrigo estaba descontrolado metiéndole mano por todos lados y yo, bueno ni hablar.
Como ...