1. El mejor amigo de mi marido me llena la boca de semen


    Fecha: 28/11/2021, Categorías: Sexo Oral Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... Claro, jajá, me trae recuerdos.
    
    J: Uhm, jajá, ¡eres tremenda!
    
    L: ¿Tú crees?
    
    Comenzamos a charlar y beber unas cervezas que pasamos a comprar, él me contaba su vida, pero yo como si fuese una puta, miraba el paquete en sus piernas, se notaba que, aunque me hablaba él pensaba lo mismo, me deseaba y su pene aplastado por el pantalón quería escapar y poseerme.
    
    J: Bueno, creo que es hora de irnos, no creo que sea correcto que tú y yo estemos solos aquí.
    
    L: ¿Y por qué no?
    
    J: Porque los hombres somos débiles, ¡más con una diosa como tú!
    
    L: ¡Pues las diosas también son débiles!
    
    Dicho eso, me acerqué y lo besé, él trató de rechazarme, pero yo toda poseía por algún espíritu sexual metía mi lengua en su boca.
    
    Me gustaban sus carnosos labios, el cedió y comenzó a meter su lengua en mi boca, me encantaban su forma de besar, estábamos en el cofre de su auto besándonos y traicionando a su amigo, ¡mi marido!
    
    J: Esta buenísima, no sabes cuánto te deseo.
    
    L: ¿En serio? Aprovecha mi desliz.
    
    Me acosté en su cofre y besaba mi cuello, como traía una licra café muy entallada, lograba sentir su duro pene, bajó su lengua en medio de mi escote y chupó como bebé, me levantó la blusa para disfrutar mis pechos, estaba fascinado con tenerme ahí para él.
    
    J: ¡Soy el peor amigo!
    
    L: Uhm, no te culpes, ¡yo soy cómplice también!
    
    Sus manos acariciaban mis muslos, yo lo abrazaba y rasguñaba su espalda por encima de su camiseta, me encantaba el amigo de mi ...
    ... marido.
    
    Me puse de pie y sin titubear bajé su pantalón, el muy canijo estaba sin ropa interior, pero para mí fue más fácil ya que su verga de buen tamaño grosor quedó lista para mi boca.
    
    La tomé con mis dos manos y la lamí como si se tratara de una paleta, él cerraba sus ojos y aguantaba sus quejidos, ese tronco era gruesísimo, bajé su prepucio y chupé su glande, él gemía y temblaba, yo arrodillada sobre el pasto, comencé a meterlo poco a poco a mi boca…
    
    J: ¡Ah, nena, dios, uf!
    
    L: ¡Está enorme y muy rica!
    
    Comencé a mamársela rápido, la verga entraba a la mitad, el grosor me impedía meterla hasta mi garganta, él me tomaba de la cabeza y guiaba mis chupadas…
    
    J: ¡Ah, Lety, uf!
    
    L: ¡Uhm, ah, mmm!
    
    J: Mamas muy rico, pinche Luis, ¡qué envidia!
    
    Me tomó de la cabeza y comenzó a follarme la boca, no me dejaba respirar, de hecho, no quería que lo hiciera, me encantaba tener su verga en mi boca, el amigo de mi marido me estaba follando la boca como bestia.
    
    Colocó mi cabeza recargada en el cofre del auto y como loco movía su pelvis, yo apretaba sus nalgas y metía mis dedos en su ano, eso lo ponía más y más loco.
    
    J: Toma, ah, así perra, méteme los dedos, uf, toma mi verga, agh, ahógate, ¡agh!
    
    Me estaba asfixiando, pero más que quererlo quitar yo gustosa recibía sus embestidas.
    
    J: Siempre quise que me lo mamaras, no sabes cuantas pajas te he dedicado.
    
    Sus palabras me ponían más calientes, mi tanga estaba súper húmeda, ¡estaba desquitándome de mi marido y lo ...