1. Le pago con sexo al comandante


    Fecha: 11/12/2021, Categorías: Hetero Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... eso me gusto un poco, ¡hizo a un lado mi tanga y comenzó a jugar mis labios vaginales!
    
    Se quitó su chamarra de policía, se bajó su pantalón y se quitó su camisa dejándose en camiseta y una trusa muy fea, me quito el vestido y me llevo hacia un sofá que tenía ahí, se recostó y me pido se lo chupara, le quité su trusa y un pene de unos 12 cm gordos y con su prepucio cubriendo su cabeza fue lo que me encontré, comencé a acariciarlo con mis manos primero, ¡pero el comandante ya estaba excitado y su fluido pre seminal me ayudo a bajar su cuero!
    
    C: ¡Vamos mamacita chúpalo, uf, chúpalo nena!
    
    L: ¡que mojada la tiene!
    
    C: ¡Agh, así nena, uf, así, dios, así hay que rico, agh!
    
    Le daba unas tremendas chupadas, al tenerla de ese tamaño entraba fácil a mi boca, yo la succionaba con velocidad, quería hacerlo acabar, sabía que con mi boca podía hacer esa proeza y salir librada de ahí, pero el comandante aguantaba toda, mis chupadas, mis mordías incluso use mis tetas para estimularlo más, ¡pero aun así el gordo resistía pese a que su pene vibraba cada vez más anunciando su venida!
    
    C: Nena lo chupas muy rico, eres una diosa mamadora, pero no me vendré aun, ¡quiero disfrutar más!
    
    L: ¡Jajá, como diga comandante!
    
    Me acostó y me despojo de mi tanga, comenzó a mamarme como loco, su lengua lamia salvajemente mis labios vaginales, su rasposa lengua entraba a mi vagina y saboreaba mi clítoris, de hecho, ¡el muy cerdo la llevaba de mi ano a mi vagina dejándome toda babeada de ...
    ... ahí!
    
    C: Que rica concha, sabe a gloria, ¡nunca había tenido un monumento como tú!
    
    L: ¡Agh, gracias comandante!
    
    C: ¿Quieres mi verga en tu pepa nena, la quieres?
    
    L. Si, métela, agh!
    
    C: ¡Lo hare sin condón, eso me estorbaría!
    
    L: ¡Como quiera, soy suya!
    
    Me levanto las piernas y me las abrió como un par de tijeras, y de un solo empujón me entro toda, el gordo se movía bien la verdad, me besaba las pantorrillas, me apretar los muslos, gemía como cerdo, ¡pero la verdad su mete y saca me estaba haciendo gozar!
    
    Se recostaba sobre mi dejando su peso encima, yo era más alta por lo que no me causaba mucho estrago, me mordía las tetas, me decía peladeces en la oreja, el comandante me estaba disfrutando con todo.
    
    C: Me enloqueces, ¿quieres ser mi mujer?
    
    L: Agh, no puedo, ¡soy casada!
    
    C: Uf, ¿casada eh y que haces con mi verga dentro de ti?
    
    L: ¡No sé, solo siga metiéndola!
    
    C: ¡Me encantas nena, agh, uff, ag!
    
    Se sentó en el sofá y yo subí en él, me dejaba caer de sentón mientras su lengua iba de mi cuello a mis tetas, se ahogaba en ellas apretándome las nalgas, yo empecé a disfrutar el sexo que por corrupción le entregaba a ese comandante.
    
    C: ¡Que ricas nalgas, grandes y duras, ohm y tu boca!
    
    L: ¿Que más le gusta señor?
    
    C: Todo, eres una perra magnifica, agh, muévete más, ¡muévete!
    
    Me puse en cuatro en el sofá y el me embistió rico, se movía rico, la verdad pese a su 12 cm la sabia usar muy bien ye s dicho de chiquita, pero rinconera ...