1. Irene


    Fecha: 30/05/2018, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tomé y lo puse en su hoyito, ella se apegaba más, le levante una pierna, puse mi miembro en su vulvita recién estrenada y empecé a empujárselo. Ella se inclino instintivamente y aproveché para hundírselo de una estocada. Mi niña dio un grito de placer al sentir mi estaca en su vagina.
    
    Con cada embestida la levantaba a mi chiquita, ella aguantaba firmemente, le apretaba sus tetas y ella gritaba. Se lo saqué y rápidamente le di vuelta, la levante y la penetre nuevamente, en esa posición ella se aferró a mí con brazos y piernas. Mi niñita me besaba con fuerza., rápidamente la llevé a la cama casi sin sacárselo, caímos abrazados.
    
    Mi chiquita, casi una niña, con su cuerpo menudo me estaba haciendo gozar mucho; está niña quería permanecer bien ensartada.
    
    Ella se movía agitada debajo de mí, de vez en cuando me decía mi amor, mi papito; su sexo apretadito, muy apretadito, su sexo de niña, me volvía loco al pensarlo. Estaba llegando al orgasmo, la sentía, mi chiquita gritaba anunciándolo y a mi me aceleraba a mil, sentía mi pene crecer cada vez más en su cuquita, con un espasmo mi niñita soltó su orgasmo apretando deliciosamente mi pene con su vagina infantil. Le dí unas embestidas más cuando sentí que empezaba a derramarme dentro de su cuquita. Rápidamente se lo saqué y escupiendo leche me derramé sobre su cuquita.
    
    Fue un gran polvo, en parte en pensar en lo que estaba cometiendo con esta niña, otra ...
    ... parte era saber que le había roto el coñito y lo mejor haberme disfrutado ese coñito de niña apretado y virginal.
    
    Estaba besando a mi nenita, cuando ella abrió los ojos me miró y se sonrió. Me echo los brazos al cuello y me beso y con su voz de niñita, cansada después del polvo que nos habíamos metido me dijo: Me haces sentir en el cielo, no te voy a dejar nunca.
    
    No le dije nada, después habría que enderezar las cosas. Le dije: Vamos a bañarnos juntos. Sonriendo se paró, me tomó de la mano y nos metimos a la ducha.
    
    Esa noche de su debut se quedó durmiendo en mi habitación, en el transcurso de la noche hasta el amanecer nos metimos otro polvo más, le enseñe a montar encima mío, nos tomamos fotos fornicando, le gustaron tanto que me pidió que le sacara copias para ella, lo que por supuesto no hice.
    
    Esta relación duro hasta que, por suerte, su padre quién residía en EEUU le consiguió los papeles para su residencia y se fue a vivir a ese país. Debido a todo lo que paso su mamá se enteró que le había roto el coñito a su hijita, pero de lo que no se enteró fue que no solo le había roto la cuquita sino también el culito, no le deje ningún agujero sin recorrer.
    
    También gracias a Irene, conocí a Nicole, una amiga del colegio de 14 años, aunque ella no era virgen cuando la conocí, la disfruté mucho también y, en una cadena deliciosa, gracias a Nicole conocí a Stephany, de 17 años, una morenita muy rica. 
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