Las cuatro esclavas (Cap. 3): Vacaciones - Relatos Eróticos

Las cuatro esclavas (Cap. 3): Vacaciones

Era viernes y hacía mucho no me tomaba un fin de semana fuera de Madrid por lo que decidí entrar a internet y ver algun centro turístico y viajar para pasar unos días respirando otros aires diferentes a los de Madrid. Enseguida me metí a buscar un hotel que por supuesto a la altura de mi nivel y calidad de vida, de inmediato entre una aerolininea para reservar un boleto redondo en PRIMERA CLASE, mientras que a mis esclavas les reserve en clase economica, ya que por ser esclavas ellas no tienen derecho a viajar comodamente, deberían besarme los pies por pagarles boletos de avión y no mandarlas viajando en un camión.

Una vez hechas las reservaciones tanto del hotel como del avión llamé a mi esclava personal para decirl que ella y tres esclavas más a mis pies para comunicarles que iría de viaje y que ellas irían conmigo para estarme sirviendo por lo que les ordené hacer mi equipaje y que levaran entre sus pocas cosas permitidas algunos utencilios que ayudarían a estar yo cómoda durante mi estancia fuera de Madrid.

Una vez que estuvieron preparadas mis cosas así como mis perras listas para salir cuando yo ordenara, dispuse que llevaran a las perras en entrenamiento a enjaulamiento en la habitación panorámica (jaula suspendida en el aire) y así evitar algun desastre por parte de ellas mientras mis esclavas y yo nos ibamos de descanso el fin de semana y así estar yo atendida como la reina que soy. Mi perra principal acató la orden llevandolas al panorámico una vez que mi ...

... equipaje estuviera preparado.

El jueves por la noche como cada día se enjaularon a las perras entrenadas pero esta vez se les dejó comida y agua suficiente para los días en total soledad. El viernes por la mañana a primera hora nos dirigimos hacia el aeropuerto para aprovechar el viaje el máximo tiempo posible. Al llegar al aeropuerto mis perras se encargaron de registrar mi equipaje mientras que yo esperaba en una sala especial para los pasajeros de primera clase; deje dicho a la encargada de dicha sala que no tardarían en venir mis perras para que les diera acceso y yo tuviera descanso mientras que llegaba la hora del abordaje; la empleada obedeció lo dicho. Mis perras llegaron a los pocos minutos.

Unos 25 minutos después de que llegaron mis esclavas se anunció el vuelo hacia mi destino vacacional elegido por lo que nos dirigimos al avion y enseguida pasamos los de primera clase y por lo mismo las esclavas tuvieron que esperar su tiempo de abordaje. Una vez con ya todos los pasajeros abordo el avion dispuso su despegue empezando así la travesía de mi fin de semana vacacional.

Al aterrizaje descencí del avion y mis perras una vez que pudieron bajar se tuvieron que encargar de recoger mi equipaje, cargarlo y por ende encargarse de conseguir la limusina que nos llevaría al hotel donde tenía la reservación ya confirmada. Ya estando en el hotel me dispues a confirmar la llegada mientras que las perras se encargaban del equipaje; una vez ya en la suite asignada, las perras ...