Y finalmente... ella y tu regalo
Fecha: 20/12/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... el espejo que había detrás del mobiliario, con sus copas y botellas decorando la pared, pude observar el paso elegante de una mujer de unos treinta y tantos, de rostro angelical y ojos brillantes, en algo humedecidos, que se acercaba desde el fondo del local, donde se encontraban algunas mesas ocupadas por una que otra pareja y las demás con algunos jóvenes que reían y brindaban.
—Hola Rodrigo. —Me saludó cordial Lara. —Se te hizo algo tarde ¿Cierto? —Y me obsequió intrigada, su mirada bondadosa y una leve sonrisa que se ladeaba hacia su lado izquierdo. Otra más con el cuento aquel de que había llegado tarde. ¿Acaso me esperaban? -No recordaba haber pactado una cita- Pasé el primer trago por mi sedienta garganta y le pregunté finalmente…
—¿Tarde para qué, Lara? —levantando mis hombros un poco para enfatizar la pregunta.
—¡Ehh! No por nada. Solo que te esperaba un poco antes. ¿La lluvia te detuvo? —Me dijo, mientras se inclinaba un poco sobre la madera pulida y lacada del mesón. Me regalaba así una preciosa vista de sus hermosos pechos, embutidos tras un sostén con encajes que se podía adivinar con mediana claridad, bajo su camiseta blanca. Le sonreí, mientras apartaba algo apenado, mis ojos de aquellas sinuosas maravillas. Lara se percató de mi pequeño desliz y tan solo se sonrió. Estaba ya acostumbrada a deslumbrar a propios y a extraños con sus encantos.
—Así fue Lara, aunque me detuve antes en un sitio para comprar un regalo. —Y enseguida le mostré la bolsa ...
... pero sin comentarle para quien era.
—Oye Larita, “Puertas” está un poco raro esta noche. ¿No te parece? De hecho también se sorprendió al verme llegar solo y me preguntó exactamente lo mismo que tú. —Bebí un trago largo a mi cerveza, después de introducir en la botella una rodaja de limón. Lara enfocó su mirada hacia la puerta y luego hacia el fondo del local.
—Larita, se me hizo tarde por la lluvia pero igual no tengo afán de llegar a casa, mi esposa tenía una salida con sus amigas. Total hoy es jueves de chicas. —Le dije.
—Vaya, ya veo. ¿Entonces no hay problemas en el paraíso? —Me dijo, aunque seguía su rostro falto de su acostumbrada sonrisa y en sus ojos no se podía ocultar la sorpresa de verme allí, tomándome tranquilamente una cerveza.
—Los problemas no faltan. Y en el paraíso siempre existe, no lo olvides, la serpiente y la manzana. ¡Ahh! por cierto, también hay quien quiera darle de vez en cuando una mordida. —Finalmente respondí a Lara.
Y en el momento que ella me iba a responder, la mujer de larga melena castaña y armoniosa figura, ocupó el lugar a mi lado, en el que minutos antes, el hombre aquel se apuraba con el último trago.
—¿Señorita, me puede servir una cerveza? —Su voz era delicada y suave como toda ella. El porte y la educación, le otorgaban un aire aún más distinguido y si me apuran, le hacían aún más sensual. Lara le sonrió y le preguntó que si se la llevaba hasta su mesa. Pero la mujer le respondió que no. Que ella se la tomaría allí, ...