1. Luis, Jacobo y un verano 22 Provoco a mi primo


    Fecha: 30/05/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... se la chupaba. Monté a horcajadas su abdomen, para eso quería quitarme las braguitas, deseaba rozar mi escroto y verga sobre sus marcados abdominales y disfrutar de su roce mientras cabalgaba su verga. -Ahora tranquilo, disfruta primito. –uní nuestros pechos, el mío flaco y blanco, el suyo de poderos pectorales donde comenzaba a florecer la primavera de sus dorados vellos, Bruno seguía asombrado, solamente acariciaba mi cintura abarcándola con sus manos. Comencé a comerle la boca, a aspirar de su aliento, a disfrutar de su admirada entrega. Sujetó mi cuello para lamerlo goloso haciendo que me estremeciera y notara palpitar excitada su verga entre mis nalgas. Elevaba la cadera para pasar toda la longitud de su esplendido miembro por la hendidura de mis nalgas rozando mi ano. Resultaba bellísimo follar con mi primo, excitante por la potencia de su hombría desesperado por romper la barrera de mi culo. Guió debajo de mis muslos sus manos para sujetar su verga y atravesarme. -No, ya lo hago yo. -Hazlo puta, me tienes loco, quiero follarte de una vez. –su voz sonaba ronca, poseída de deseo como nunca la había escuchado. Me torcí a la derecha para agarrar su falo por la punta, se resbalaba por la abundancia que había derramado de su precum y había dejado húmeda toda la zanja de carme por donde había estado discurriendo. Al fin pude sujetarlo, temblaba a pesar de estar duro como el hierro fundió pero dúctil. Hice fuerza para que comenzara a entrar y su capullo venció la resistencia ...
    ... natural de mi ano. Iba poco a poco entrando, me dejaba caer para disfrutar su contacto y que él sintiera la suavidad de mi recto que deseaba tragarlo, acogerlo para acariciarlo en su interior. -Más, más, mételo más Luis, deja que entre todo. –segundos después podía notar mi culo aplastando sus huevos. -¡Wooo! ¡Wooou!, ¡haaa! Qué caliente estas putito. –quería atacar mi ano dando brincos sobre su culo. -¡Quieto semental, deja hacer a tu hembra! –apoyé las manos, una en cada pectoral y no temí romperle el pecho, los utilizaba como soporte de mis brazos para ir bajando y subiendo, haciendo que su verga entrara y saliera de mi culo. Algunas veces no se podía contener y elevaba su pelvis para acompañarme en mi recorrido, otras se quedaba quieto dejando que yo le cabalgara y entonces acariciaba sensualmente mis caderas y cintura, alargaba las manos buscando en mi pecho los bultos que no encontraba, ¡qué lástima no poderlo tener todo para ofrecértelo y lo tomaras querido primo! Retorcía mis pezones y pasaba las yemas de sus dedos por las minúsculas colinas que nunca llegarían a ser las tetas que él quería. -Sí, sí querida, muévete, ¡Hoo! Que rico, que culito más caliente. –aumenté el ritmo de mi cabalgada, también a mi me excitaban sus palabras y el roce de mi escroto y verga con su abdomen cuando me inclinaba para meterme su verga reptando sobre su cuerpo. -¡Hooo! ¡Síííííííí! Luisito me corro, me voy mi vida. –mi movimiento se volvió frenético, sentía muy duro, muy rico el roce de ...
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