1. Luis, Jacobo y un verano 22 Provoco a mi primo


    Fecha: 30/05/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    Había pasado Semana Santa, Julio marchó como en Navidad a la hacienda, tuvo que ir en tren porque los abuelos no vinieron en esta ocasión y Rufo no podía venir a buscarle, todos le consideraban ya un chico mayor que podía viajar solo. El tiempo se presentaba primaveral y podías llegarnos a la cercana playa donde el público aprovechaba los primeros rayos de sol. Jugamos voleibol sobre la arena con una red que los vientos del invierno no habían roto, nos reunimos con los amigos, más o menos parecidos a nosotros o que nos aceptaban de buen grado. Fueron días deliciosos aunque Julio no estuviera. Bruno estuvo poco tiempo con nosotros, en Vero y Patricia encontraba el entretenimiento para pasar los días y también salía con sus amigos. Solo la tarde de viernes Santo subió a mi casa, antes llamó para saber si estaba con Jacobo que no estaba en su casa. Pensé que necesitaba sexo porque las chicas no le atendieran como el necesitaba. Llegó y no me pidió que me desnudara como otras veces, cuando quería comenzar en el mismo instante que llegaba metiéndome la verga, y correrse para descargar la tensión que traía, y luego ya hablaríamos. Muy al contrario, en esta ocasión comenzaba a bajarme los pantalones para entregarle mi culo, y me pidió que esperara y me sentara a su lado en mi cama. Nos tumbamos y comenzamos a hablar de cosas intranscendentes, donde no cabía Vero, ni Patricia. Hablábamos de lo bien que lo pasamos en la hacienda el verano pasado y claro está, salió Julio. -¿Aún le ...
    ... quieres?, ¿nunca te vas a dar cuenta de que Julio es de las mujeres? -no quería ponerme triste pero tenía que darle una respuesta. -Me lo he reconocido a mí mismo, y soy consciente de lo que me dices, me lo repito mil veces, pero no puedo dejar de amarle por eso. Me resigno a que me follé cuando quiera, y entregándome a él soy feliz. –el silencio se hizo eterno, parecía que Bruno meditaba mi respuesta. -Siempre te digo que te quiero primito, deseo que seas feliz, y…, me gustaría, sí, me gustaría que fuera Julio quien te diera lo que deseas, por ti, por amarle tanto te lo mereces. –le noté un tono tan amargo en sus palabras que me preocupó. Me giré para abrazarle. -No tienes que preocuparte Bruno, soy fuerte y puedo con todo. –en realidad me estaba fortaleciendo pero no lo era tanto. -Todo lo que tú me puedas decir me lo repito yo, pero no lo puedo evitar, ¿qué le gustan las chicas?, yo me convierto en chica para él cuando lo quiere. –reí mordiendo su oreja. -Tengo una colección de braguitas de niña para ponerle contento, le gusta tomarme, darme por el culito creyendo que soy una chica. –mordí mimoso su cuello y aspiré su fragancia, me retiré al pensar que le estaba provocando pero su proximidad y nuestra conversación me ponían caliente. -Tú no necesitas vestirte así, ya eres una nenita muy guapa y apetitosa, no solamente gustas a Julio pero no te das cuenta. -me elevé para mirarle su cara tan querida, tan conocida y acariciada por mis manitas desde bebé y cuando jugaba de ...
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