1. La editora


    Fecha: 23/12/2021, Categorías: Hetero Autor: Aries, Fuente: CuentoRelatos

    ... al séptimo cielo. Sus gemidos cada vez más intensos, su cuerpo estremeciéndose de placer sobre la mesa. Su orgasmo estaba a punto de llegar a la vez que yo incrementaba la velocidad en meter mis dedos y mover mi lengua sobre su clítoris.
    
    Segundos después, un fuerte gemido acompañó a su corrida mientras yo no paraba de chupar. Sus manos agarraron mi pelo, tirando fuerte y tratando de evitar que no me separase de su vagina por lo que intuí que no tardaría en correrse de nuevo. Seguí, pero esta vez, aminore el ritmo mientras Sara retozaba de placer. En esta ocasión mi boca se centró en dar pequeños mordisquitos por sus labios mientras mis dedos seguían dentro de su vagina sin apenas movimiento. Esto junto al orgasmo reciente provocó en Sara, pequeños espasmos de placer.
    
    Fui progresivamente acelerando el ritmo de mi mano, mientras seguía mordisqueando sus labios y sus ingles que estaban empapadas. Los suspiros de Sara iban convirtiéndose en gemidos a medida que seguía en mi tarea. Me pidió que acelerara aún más el movimiento de mis dedos y yo obediente, acompañe dicha petición con una nueva lamida a su clítoris.
    
    Acto seguido le llegó un nuevo orgasmo. Ya era el momento de que pudiera sentirme dentro. Me reincorpore y fui buscando su boca mientras seguía tumbada en la mesa jadeando después de 2 orgasmos intensos. Cuando Sara abrió los ojos de su clímax, sonrió pícaramente y me agarró para poder besarme. Nos fundimos en un beso largo y húmedo que hizo mantener nuestra ...
    ... excitación, a la vez que con mis manos acariciaba sus senos de una manera delicada y sutil que provocaban en Sara, pálpitos de placer. La escena de aquella situación, bien podría ser una secuencia de alguno de mis relatos, pero era la realidad y lo estábamos gozando de lo lindo. Tras ese apasionado y húmedo beso, agarré nuevamente a Sara de sus muslos y la incorporé otra vez al filo de la mesa, pero esta vez sería para penetrarla sin titubeo alguno. Ella dejándose llevar, me ordenó, que la follara fuerte. Quería que la penetrase y la hiciera correrse de nuevo. Abrió sus piernas y sus manos las coloco a la altura de sus rodillas en un gesto de ofrecerme su rajita bien abierta y empapada. Antes de hacerle la primera penetración, me agaché para dar un lametón bien impregnado de saliva desde su culo hasta su clítoris y que daría el pistoletazo de salida a una follada intensa y salvaje.
    
    Me bajé el pantalón y saqué mi miembro que estaba durísimo. Empecé un juego de frotamiento por toda su vagina que me impregnaba de la mezcla de sus corridas y mi saliva. Dicho néctar hacia que los roces fueran más excitantes, llegando incluso a introducirse mi glande por los movimientos de nuestros cuerpos y lo lubricado de su coñito. Quería ponerla rabiosa de placer jugando a querer meterla pero sin llegar a ello. Este hecho, despertó la fiera salvaje de Sara, que me pidió encarecidamente que la penetrase y la llenará.
    
    La excitación era descomunal, Sara ensalivaba sus labios pasándose la lengua ...