Travesuras en la biblioteca
Fecha: 27/12/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sabían donde posarse, el canalillo apretado, los pezones marcados en la tela, la sonrisa burlona de Miriam…
Al final el chaval se decidió por volver a estudiar en un intento de calmarse a sí mismo y a su entrepierna. Miriam en cambio continuo su plan, su mano volvió al muslo de él, moviéndose poco a poco, con precaución de no ser descubierta. Tras varias caricias el masaje se traslado a la parte interior del muslo y fue avanzando hasta toparse con lo que estaba buscando. Tocándosela todo lo que pudo, la notó dura y su otra mano fue a parar entre sus propias piernas. Siguió así un ratito más, excitada palpándole la polla a su novio mientras ella se acariciaba como podía sin llamar la atención. El morbo de ser observada, e incluso de llegar a ser expulsada la estaba poniendo muy caliente. Tanto que necesitaba más, e intento meter su mano derecha por dentro del pantalón de su chico.
Este cambio le sorprendió y Juan se apartó de ella. Miriam enfadada se disponía a pedirle explicaciones cuando este le extendió un trozo de papel doblado, se levanto y se fue sin decir nada. Pasmada sin saber que había pasado, cogió el trozo de papel y lo leyó. En él había escrito “en 5 min en el baño”, que romántico su novio, aunque no podía negar que ella también quería eso. Hizo el paripé de estudiar durante unos minutos y se levanto dirección al baño. Por suerte en la biblioteca de la universidad puedes dejar los libros sin preocuparte de que te los roben.
Al llegar al pasillo se dio ...
... cuenta de que el estúpido de su novio no había escrito en que baño quedar. Demasiado que había escrito algo teniendo toda la sangre en la polla. Tras pensarlo bien se metió en el baño de chicos, Juan era demasiado tímido para meterse en el de chicas. Acertó, allí estaba en la puerta de uno de los cubículos. No se dijeron nada y empezaron a morrease. Las manos de Juan se aferraron a las tetas al mismo tiempo que con sus caderas empujaba su polla hacia Miriam. Se deslizaron dentro del cubil y cerraron la puerta. Sin ni siquiera desvestirse Miriam hizo que su novio se sentase en la taza y le bajo los pantalones. La verga de Juan enseguida apareció erguida frente a ella, lista para la acción. Sin dudar se la metió hasta la garganta. Juan, que la había estado sobando las tetas por encima de la camiseta, la agarro del pelo para controlar el movimiento de la mamada. Ella no tardo en querer más, le puso un condón y se puso de espaldas para clavarse la polla de su novio. Entro sin dificultad y ambos dedicaron unos segundos a regocijarse de gusto. Juan la sujeto por las nalgas y ella comenzó a dar sentones. La verga entraba y salía casi entera con cada sentón de Miriam. Si alguien hubiera estado en el baño no habría dudado de lo allí estaba pasando. Ninguno gemía pero se oía la respiración agitada de ambos y el ‘plas’ del gran culo de Miriam al chocar con el cuerpo de Juan con cada sentón que esta daba sobre su polla.
Los pocos minutos que estuvieron así gozaron como nunca, pero de ...