1. La noche me trajo sorpresas


    Fecha: 29/12/2021, Categorías: Sexo en Grupo Autor: SebastianYLN, Fuente: CuentoRelatos

    Es el último sábado del mes, como de costumbre fui a comer con un grupo de vecinos del edificio frente a la playa donde vivo. A diferencia de otros sábados me tocaría ir solo pues llevo varias semanas en completa soltería.
    
    Cenamos mientras escuchábamos los cuentos fantasiosos de David mi vecino del apartamento de al lado quien fue allí con Elena su guapa esposa. David es el tipo de hombre que todo lo sabe y todo lo tiene. No es mi persona favorita y creo que tampoco el de su esposa a juzgar por lo que sé de su relación. Ella y la otra vecina que allí estaba se empeñaban en presentarme a una amiga que acababa de divorciarse. Toda la noche ella puntualizaba que yo no era hombre para estar solo. Yo le había dado consentimiento para que le hablaran de mí a su amiga y hasta se le hizo un acercamiento para que ella cenara con nosotros esa noche. Lamentablemente no pudo cenar con nosotros, mi encuentro con ella no sería ese día.
    
    La cena se terminó y una pareja y yo nos quedamos charlando. David se retiró temprano pues se había pasado de copas esa noche. Su esposa Elena lo llevó, pero volvió pues quería seguir un rato más con nosotros. En el fervor de la amena conversación surgió la idea de ir a un nuevo club de desnudistas que había abierto recientemente. Para mí no era una idea descabellada pues estuve en el lugar la noche de su inauguración a invitación de su dueña que es mi clienta en la firma. Las chicas estaban nerviosamente contentas pues nunca habían ido a un lugar ...
    ... así. Le pregunte a Elena si estaba segura de ir pues no estaba David. Ella me indicó que si quería ir aprovecharía a que su esposo no estaba pues él pensaba que esos lugares eran solo para hombre. Yo les expliqué de mis conexiones y les dije que no se preocuparan por el lugar pues lo consideraba de muy buena clase y muy seguro.
    
    Una vez llegamos nos sentamos en una mesa privada cerca de la tarima. A nuestro encuentro vino la dueña personalmente a atendernos y nos ofreció una botella de champagne de cortesía. Las bailarinas se vieron atraídas a las chicas como abeja al polen. He visto que ellas se sienten especialmente atraídas a otras mujeres. A cuenta de que en nuestra mesa había chicas pude disfrutar de las bellezas de esa noche sin tener que moverme de mi asiento. Pasaban y hacían sus rutinas mientras los caballeros mirábamos como las chicas ponían billetes en las tangas de las bailarinas. La dueña del local me llamo aparte y me dijo que tenía cuartos separados para quien quisiera tener algún baile privado. Ella me invito el primer baile cortesía de la casa a lo que no pude negarme. También me aclaro que las chicas lo hacían para pagar sus estudios y que no tratara de entablar otros negocios con ellas. Yo nunca pagaría por sexo, pero fue bueno saber con quién estaba tratando esa noche. La primera que me bailo fue una chica finlandesa cuyo español era limitado pero sus movimientos de cadera eran tan latinos como el de cualquier otra chica allí. El baile tuvo dos canciones de ...
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