Una casada en apuros
Fecha: 03/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... paraba más y más.
CA: ¡Que rico chupas Mónica, uhm!
M: ¡Uhm!! ¿Te gusta?
CA: Me encanta, ¡qué suerte tiene tu marido!
M: El no aguanta que se la chupe mucho, ¡no me deja estar ahí!
CA: ¡Pues que idiota, con razón estás conmigo!
Deje que se diera gusto con mi verga, la mordía, la lamía como desesperada, me mordía el abdomen y luego me pido me diera la vuelta, me lamia las nalgas, me mordía los testículos e incluso me dio unas ricas chupadas en mi culo, ¡qué mujer!
Ya estaba tan excitado que quería partirla, la acosté en la cama y le abrí las piernas, ella me tomo del cuerpo y me empujo y empecé a metérsela suave, su vagina estaba mojadísima que mi verga resbalaba riquísimo, Mónica gemía fuerte rico, ¡de eso gemidos que te incitan a coger más y más!
M: ¡Que dura, uhm!
CA: ¡Mamacita, tómala, uhm!!
Una y otra vez me aventaba metiéndosela rico, me hacía para arriba un poco y me movía a máxima velocidad, luego solo con la pura puntita le daba placer.
M: ¡Dios, que rico!
CA: ¿Estas gozando mamacita? ¡uhm!
M: ¡Si, que rico me coges, uhm!
CA: ¡Ponte en cuatro, uhm!
Mónica se puso en cuatro a orillas de la cama, s ele veía enorme y riquísimo sus nalgas, le di un par de nalgadas mientras coloqué mi verga en medio de su rico par de glúteos y comencé a masajearme, ella solo lanzaba pequeños suspiros acompañados de gemidos.
Tomándola de su cintura comencé a meterle mi verga, la metía despacio mientras sobaba su rica espalda.
M: ¡Que ...
... rico uhm!
CA: ¡Que ricas nalgas tienes, uhm!
Comencé a embestirla rápido, subía un pie a la cama para metérsela hasta el fondo, la sensual casada solo gemía, en un momento la solté y ella solita se meneaba ensartándose delicioso, la imagen de sus nalgas rebotando en mi era gloriosa.
CA: Así muévete chiquita, uhm, que nalguitas más ricas, ¡uhm!
M: ¡Oh! que duro, así, cógeme, ah, ¡ah!!!
La tomaba de las manos levantándola y moviéndola a mi ritmo, luego la abrazaba moviéndome rápido y metiendo mis dedos en su coño para apretar su clítoris, Mónica estaba sudada, gemía y me pedía más.
Se quedó boca abajo en la cama y yo arriba de ella masajeando sus nalgas y metiéndosela suave y hasta el fondo, sentía que tocaba algo, la tenía hasta dentro, la casada solo gemía y se retorcía, ¡qué momento!
M: ¡Agh! ¡Qué rico, uhm!
CA: ¡Uhm! ¿Te gusta nena?
M: ¡Me encanta, agh, me vengo, uhm, me vengo!!
Mónica empezó a mojarse teniendo un segundo orgasmo, yo se lo alargue penetrándola con fuerza, aplastando su cabeza en la almohada y empujándole mi verga hasta empalarla por completo, mis 24 cm estaban dentro de ella.
La tomé de la mano y la levante besándola apasionadamente, ambos estábamos de pie y me fui a morder sus tetas, ella tomo mi verga con su mano y comenzó a metérsela solita, estaba tan hambreada, ¡quería mi verga sin cesar!
Ahí parado se la metía mirándonos fijamente, ella se mordía el labio, me arañaba a la espalda, me mordía el cuello y se empujaba al ...