La vulnerable amiga de mi esposa
Fecha: 06/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
Tenerla así era magnifico, mi verga entraba y salía muy rico, ella entre sollozos y gemidos de placer, ¡la reciba muy bien!
Cenia es amiga de Lety, ¿pero cómo es que la tenía en cuatro?, mirando su rico tarsero moreno mojarse al recibir mi verga!
Ese día estaba yo solo, Lety había quedado con una pareja para hacer un trio, entre sus mensajes, fotos audio y video que me andaban estaba excitadísimo, ¡ver a mi esposa como gozaba me tenía a mil!
En ese momento llego Cenia quien buscaba a Lety para platicar, no sé si porque estaba muy caliente o ella es así, pero se veía muy bien, ¡una calza negra que marcaba bien sus muslos y piernas y una blusa blanca que mostraba unas tetas grandes de pezón moreno y grande!
C: Hola Luis, ¿esta Lety?
L: ¡Hola amiga, pasa, no está, pero pasa!
C: ¿Gracias, oye y cuánto tardara?
L. No sé, tenía cita de trabajo, creo que va para largo!
C: Dios, debí avisar, bueno me retiro, ¡que este bien!
L. Espera, toma un vaso de agua o tequila y relájate, como de que vienes y te vas, jajá!
Yo la miraba con lujuria, imaginar a Lety cogiendo rico me ponía todo caliente, Cenia estaba sentada platicándome sus cosas, pero yo no ponía atención, ¡solo me imaginaba desnudarla y darle pito hasta que no pudiera más!
Me senté a lado, seguí platicando con ella mientras leía los mensajes y miraba los videos de mi esposa gozando a todo lo que da, puse mi mano en su pierna, la tenía dura y al parecer torneada, me acerqué más a ella, ...
... aprovechando para sentir sus nalgas con mis brazos, ¡fue entonces que no aguante más y me lance al ruedo!
L: ¡Yo pienso que deberías pagarle de igual manera!
C: ¡Pero es el papa de mis hijas!
L: Y que, si él se tira a otras, tu haz lo mismo, ¡ojo por ojo!
C: ¡Ay Luis que cosas dices!
L: Es más, ¡si quieres yo te ayudo!
C: ¿Qué???
L. Si, te ayudo a vengarte!
C: ¡Idiota, no te pases!
L: ¡Créeme, no te arrepentirás!
C: ¡Sabes que, mejor me voy!
Indignada se levantó del sofá y se dirigió a la puerta, justo cuando la iba abrir la abrace por atrás, tenía mi verga durísima y ella se percató, lanzo un pequeño quejido mientras trataba de zafarse de mí, sus movimientos de forcejeo masajeaban rico mi verga, ¡esas nalgas que estaban duritas me daban un buen masaje y más caliente me ponía!
Comencé a besarle el cuello, mis manos apretaban los muslos carnosos que siempre escondió, ella me pedía que la soltara, pero poco a poco cedía ante mi calentura.
Le quité su blusa y descubrí una hermosa espalda la cual empecé a besar y lamer, ella apoyándose en la puerta parando más las nalgas, poco a poco se desataba.
La lleve a mi sofá y le quite su calza, una tanga negra de nylon ya humedecida me impedía ver su peluda concha, aunque parecía una selva, ¡cual bestia salvaje se la arrebate y comencé a meter mis dedos en ella!
Al mismo tiempo lamia sus tetas duritas, su pezón era enorme me encantaba morderlo mientras ella en el éxtasis cerraba los ojos y se aflojaba ...