1. El profesor me destroza el culo


    Fecha: 10/01/2022, Categorías: Anal Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Más que un amante Jonathan era un verdadero hombre, ya no me importa la indiferencia de mi esposo, es más, aunque supuse que él tenía una amante, ¡yo solo esperaba cada tercera noche de la semana a estar en la cama con Jonathan!
    
    El sexo era riquísimo, sus caricias, su oral, la forma en como me embestidas lo tenía tatuado en mi ser, tal vez estaba enamorada o era la pasión que desbordábamos, pero solo quería estar poseída por aquel hombre.
    
    Olvide mencionar en mi relato anterior que Jonathan era casado y que al igual que yo vivía una situación complicada, ¡pero una tarde me salió con que quería hacer bien las cosas con su mujer y empezó a distanciarse de mí!
    
    Un viernes recibí su llamada, estaba muy serio, fue directo al grano, él se iría a Michoacán con su esposa a vivir y tratar de tener su segundo aire, honestamente eso me derrumbo, el hombre que me había levantado en mi peor momento se alejaba, pero tenía que entender, ¡ambos teníamos vidas y eso desde un principio fue solo sexo y deseo!
    
    Ese mismo viernes, como a eso de las 8 de la noche llegue a su taller, aquel taller que nos vio entregarnos a la pasión en repetidas ocasiones.
    
    J: ¿Qué haces aquí?
    
    K: ¡Vine a despedirme!
    
    J: No debiste, ¡ahora estoy en una encrucijada!
    
    K: Tranquilo, no vengo a detenerte, ¡solo quería verte una última vez!
    
    Preparo un par de cafés y nos sentamos en unas sillas de espera donde hablábamos de nuestros destinos.
    
    J: ¡Mi esposa supo de ti!
    
    K: ¿En serio?
    
    J: ...
    ... Tranquila, no pasar nada, ¡creo que eso la motivo a cambiar y que lo intentemos de nuevo!
    
    K: Pues me da gusto, ¡estoy seguro que mi marido no lo entendería así!
    
    Nos mirábamos fijamente, aunque no lo decíamos con la boca, las ganas que nos teníamos ya se entregaban en nuestras mentes.
    
    Una vez terminado el café, me puse de pie y le di un fuerte abrazo y sin decir más comencé a dirigirme la salida.
    
    J: ¡Te voy a extrañar!
    
    Esas palabras no solo me conmovieron si no que me hicieron perderme, giré y corrí hacia él, mi boca busco inmediatamente la suya, nos besábamos con pasión, nuestras manos se perdían en la ropa que nos estorbaba, ¡lentamente entramos al cuarto donde el a veces dormía y el que fue el campo de batalla en otrora época!
    
    Me recostó en la cama y se quitó su camiseta, ¡yo me quite mi blusa y nuestros cuerpos se rozaban excitándonos más!
    
    Me quito mi pantalón y su lengua recorría desde mis pies a mi entre piernas, yo suspiraba con aceleración, mi cuerpo lo pedía, ¡mi vagina estaba palpitando por el!
    
    Me quito mi trusa y su lengua probaba con delicadeza mi concha mojada, sus manos acariciaban mis pezones y yo mordiéndome los labios le exigía que no se detuviera.
    
    K: ¡Uhm!! ¡No pares por favor!
    
    J: ¡Tan rica!!
    
    Sentía venirme, su lengua no se detenida, me lamia desde mi ano a mi clítoris, me daba ligeras mordidas, ya estaba toda empapada, sus dedos también participaban en la toma de mi cuca, ¡lentamente fui llegando a mi orgasmo!
    
    K: ¡Ah!!! ¡Dios ...
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