1. El profesor me destroza el culo


    Fecha: 10/01/2022, Categorías: Anal Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... uhm!!
    
    J: ¡Ah, uhm, si, que rico!
    
    K: ¡Que rica verga, más, dame más!
    
    J: ¡Uhm, tómala mi amor!
    
    Primero me la daba con suavidad mientras me acariciaba los pechos y mi trasero, me besaba los pies y subía el ritmo de sus embestidas.
    
    Yo sentía que vomitaba, su verga gruesa me tenía gozando, ¡pero al mismo tiempo me dolía y generaba efectos en mi interior!
    
    J: ¿Te gusta nena, te gusta ahí?
    
    K: ¡Ah!! ¡Me matas!! ¡No pares!
    
    J: ¿De quién eres?
    
    K: Soy tuya, ¡mi cuerpo siempre será para ti!
    
    Me cogió riquísimo en esa pose, levantaba mis piernas, me doblaba, me embestía salvaje y luego con suavidad, yo escurría de mi vagina y le pedía que no parara.
    
    ¡Me puso en cuatro y me abrió las nalgas para meterla de sopetón!
    
    Sentí que vomitaría, su dureza y grosor eran demasiado y aunque ya me había acostumbrado, ¡en esa pose era más placentero y más doloroso para mí!
    
    J: ¡Ah que rico, esto es un sueño!
    
    K: Métemela, uhm, ¡no pares!
    
    Por primera vez en todo este tiempo me jalaba el cabello, me arañaba, era un toro, ¡el tranquilo y pasional ahora era un salvaje y mi culo cada vez se abría más!
    
    J: ¡Muévete solita, muévete!
    
    K: ¡Ay que rico!! Así? te gusta como lo hago
    
    J: ¡Eso!! ¡No pares, que ricas nalgas, uhm, ah!!
    
    Me tenía empinadísima moviéndome en círculos, estaba empalada, sudaba y babeaba, ¡era nuestro último acostón y quería disfrutarlo al máximo!
    
    K: ...
    ... ¡Mi amor que rica verga, me vengo, me vengo!
    
    J: ¡Uh!! Si, uhm, me matas nena, ¡que culo!!
    
    K: Prométeme que cuando se lo hagas pensaras en mí, ¡así como yo pensare en ti!
    
    J: Prometido, uhm, aunque este con mi mujer, ¡eres la dueña de mi verga!
    
    Entre el dialogo y los movimientos salvajes, poco a poco se endurecía más, sus bolas se inflaban, jadeábamos gritábamos y nos movíamos como locos, ¡hasta que finalmente terminamos juntos!
    
    Yo me movía como loca para recibir su leche, el me apretaba los muslos y no dejaba de expulsar su semen, ¡qué momento!
    
    J: Toma mi leche, ¡tómala!
    
    K: ¡Ah!!! ¡Papito, que rico, uhm!
    
    J: ¡Esto es magnífico!!
    
    K: ¡Uhm!! ¡Que rico!!
    
    El orgasmo fue de lo más placentero, ¡quede empalada mientras el perdía su erección!
    
    Nos recostamos y nos besábamos con locura, ya no podíamos más, pero era imposible querer separarnos.
    
    Sonó su celular e inmediatamente se aseo y se vistió, sabía que era momento de marcharme, hice lo mismo, el cerro las puertas, las cuales jamás volvería abrir, me miro serio y me entrego un cuadro de una pintura que le regale, la cual tenía una carta escrita por él, ¡me beso la mejilla y se fue sin mirar atrás!
    
    Llegue a casa destrozada, mi marido me pregunto, pero solo lo abrace, jamás me olvidare de ese profesor que me saco de un túnel al que me había metido yo sola, pero a partir de ese día, ¡todo cambio para mí!
    
    Kali 
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