1. Invitación


    Fecha: 31/05/2018, Categorías: Incesto Autor: giacomo319, Fuente: CuentoRelatos

    ... tu verga en mi culo, el tren ha entrado y tu premio es disfrutar, tarea que me propongo realizar para complacerte por completo, me gusta esa posición, me gusta que veas como goza mi ano con tu verga entrando y saliendo.
    
    Mientras me muevo sin parar: hacia adelante y hacia atrás; hacia arriba y hacia abajo, te incorporas, besas mi cuello y acaricias mi pene que está tan duro y sensible, dándome tanto placer que provoca que mis ojos se pongan en blanco, siento ya que mi volcán comienza a sobrecalentarse y un torrente de lava ardiente está a punto de explotar, no resisto, llega el orgasmo más impresionante y delicioso que jamás haya sentido, parece como si estuviera expulsando litros de semen, estoy a punto del desmayo porque se prolonga por más tiempo de lo común, mi cuerpo tiembla de tan sensible que se ha puesto. Cuando recupero un poco la cordura, te escucho gimiendo cada vez con mayor placer, no me lo dices, pero sé que estás a punto de estallar, saco tu verga de mi culo, me pongo de rodillas y retirando el condón comienzo a darte la más deliciosa mamada, ...
    ... subo y bajo mi boca mientras a cada segundo siento que tu verga se pone más caliente e hinchada, retiro mi boca y con rápidos movimientos de mi mano sigo haciéndote la paja, chupando la punta de tu pene, ansioso de recibir tu leche. Se calienta más, se hincha más y de pronto solo escucho un desgarrado grito de placer. Con enorme potencia cae la primera oleada de tu leche sobre mi cara, introduzco mi boca en tu verga para que las siguientes oleadas entren en ella, saboreo y absorbo toda tu jalea real, la trago con gusto y el excedente, lo escurro sobre tu pene para lubricarlo más… sigo mamando, sin dejar escapar una gota, es mi premio, mi alimento. Exprimo tu Pene que comienza a ponerse flácido, recogiendo los remanentes con mi lengua hasta no dejar una gota. Con mi mano, también recojo mi propio semen que ha quedado en mi abdomen y lo meto en mi boca. Al final, nos recostamos y abrazados nos ponemos a conversar, a disfrutar de nuestra mutua compañía y descansar en espera de que nuestros penes consigan una nueva erección para disfrutar nuevamente… otro rato de placer. 
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