El nuevo vecino
Fecha: 16/01/2022,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... salir corriendo a urgencias.
-Por favor...
-Que no puede ser chiquilla.
La abrazó y la besó, ahora con ternura. Ella no le soltó la polla en ningún momento, pero dejó de mover la mano. Con los ojos cerrados se dejó besar, se dejó acariciar. Y volvió a gemir cuando los dedos de John empezaron a recorrer la rajita de su coño. El calor volvió a invadir su cuerpo. El deseo renació y su mano comenzó una nueva paja.
John notó en sus dedos como ella se iba excitando. Con cuidado buscó la entrada de la vagina e introdujo, lentamente, uno de sus dedos. A pasar le la abundante lubricación pudo comprobar lo estrechita que era aquella vagina. Luz encogió el cuerpo.
-¿Te duele? - preguntó el hombre.
-No...
-¿Seguro? Es solo un dedo, Luz. Imagina si fuera mi polla.
John siguió masturbándola, follándola suavemente con un dedo primero y luego con dos, intercambiado la acción con caricias sobre el inflamado clítoris. Luz gimió de placer, gemidos que fueron ahogados en la boca del hombre.
Minutos después, fuertemente abrazada a él, Luz se corría con intensidad, enterando su cara contra el pecho de John. La dejó descansar varios minutos. Ella apenas se movía. Mantuvo los ojos cerrados. Mantuvo la polla agarrada.
El sonido del móvil de Luz la sobresaltó. Saltó de la cama y buscó en sus pantalones el teléfono.
-Es mi madre. ¿Qué coño querrá ahora?
-No sé. Contesta - le dijo John.
Luz deslizó el teléfono verde de la pantalla y se llevó el aparato a la ...
... oreja
-Dime.
........
-Salí...con Luisa. Ya te lo dije.
.......
-Que no tardo, coño.
......
-Ta'bien. Ya voy.
Colgó. Se empezó a vestir.
-Me tengo que ir. Mi madre quiere que la acompañe al súper. Es una pesada.
-Como todas las madres - dijo, John, riéndose.
Cuando Luz se vistió, miró hacia la cama. John estaba recostado. Su polla, ahora medio floja, descansaba sobre uno de sus muslos. Aún así se veía enorme. Pero él no se la quería meter.
John se levantó y se acercó a ella. La abrazó. Le dio un último beso y la acompañó, desnudo, a la puerta. Cuando llegaron, la polla ya se la había levantado del todo. Luz la agarró.
-Tú me vas a follar, John. Te lo aseguro.
-Ay, que chiquilla esta. - rio el chico - Pero si nos podemos dar mucho gustito el uno al otro sin tener que follarte. ¿O acaso no te gustó como te comí el coño?
-Ummmm, me encantó.
-Pues vente esta noche y te lo como otra vez.
-¿Y me follas?
-Que no, mujer.
-No podré venir ya más hoy. Mañana.
-Vale. Mañana te volveré a comer ese coñito tan rico que tienes.
Ella abrió la puerta lentamente y se aseguró de que ningún otro vecino estuviese en el pasillo. Soltó la polla y se marchó. John cerró tras ella.
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Luz acompañó a su madre al súper, aunque de nuevo su mente no estaba allí. Estaba con John, con su enorme barra negra. Y así siguió durante la cena.
-¿Qué te pasa, Luz? - le preguntó su madre.
-¿Eh?
-Llevas todo el día ida, sin apenas hablar. ...