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Mi crush de universidad (3): En la playa
Fecha: 18/01/2022, Categorías: Hetero Autor: Fuhror, Fuente: CuentoRelatos
... con mi dura verga. Comenzó a montarme como sólo ella sabía hacerlo: con maestría y viéndose como una diosa. Sus pechos rebotaban para mi deleite y ella se tocaba el cuerpo mientras gemía. Tome su trasero para intentar controlar sus subidas y bajadas, pero ella tenía el completo control de la velocidad, me dominaba por completo, así que sólo me quedo darle un par de nalgadas mientras dejaba que ella me montara a su gusto. Un segundo grito de placer salió de su garganta, su cuerpo se retorció y cayó unos momentos después sobre mi pecho. —Está muy sensible, dios —me dijo refiriéndose a su coño. —Perfecto —le dije levantándome para ponerla ahora ella sobre el sillón. Abrí sus piernas lo más que pude e introduje mi miembro en su entrada para comenzar a penetrarla. Sus gemidos no esperaron. Sin detener mis embestidas, me quite la playera y ella acercó su mano para arañarme ligeramente el pecho. Sus pechos rebotaban al ritmo de mis embestidas y sus gemidos cambiaban de decibeles poco a poco. —¡Así! ¡Así! Dame, quiero sentirte hasta el fondo. Gruñía de placer al sentir como su coño se apretaba contra mi miembro y hacía que me esforzara más. Su orgasmo no tardó en llegar. De nuevo me empujó para poder disfrutar su orgasmo. —Aún quiero más —me dijo en cuanto su respiración regresó a la normalidad. —Con mucho gusto —le dije tomando su cintura para darle la vuelta—. Recárgate en el reposabrazos. Ella obedeció y arqueó ligeramente la espalda; sin embargo, en ...
... vez de penetrarla acerque mi rostro y comencé a comerle de nuevo el coño. —¡Oh por dios! ¡Sí! Que rico, que rico. Introduje mi lengua dentro de ella y Clara tomó mi cabello para acariciarlo. Me separe de ella y apunte mi miembro en su entrada pero aun sin entrar. —¿Qué esperas? Dámelo —me dijo ella volviendo a arquear la espalda. —Quiero que me lo pidas. —¡Cógeme por favor! Gritó en cuanto mi verga entró de repente en ella. No sólo su trasero chocando contra mi pelvis lo que hacía ruido, sino también su mojado coñito al ser golpeado por mis testículos. Agarre el cabello de Clara y lo jale ligeramente para hacer que se arqueara hacia arriba. —Así, así. Dame, dame. Me corro. Un cuarto grito inundó la casa. Por un momento creí que iba a caerse del sillón de los fuertes espasmos que su cuerpo tenía, pero al bajo un pie para estabilizarse. —¡Que rico! Volví a meter mi miembro en su irritado coño, estaba a punto de llegar al orgasmo yo también. —¡Dame! ¡Dame! Así. Me encanta —sus palabras me infundían ánimos. Casi como sus orgasmos, el mío llegó casi de imprevisto y apenas tuve tiempo para poder salirme de ella y correrme en su trasero y parte de su espalda mientras soltaba un gruñido de placer. Caí de espaldas en el sillón, intentando que mi respiración se recuperara y Clara movía su trasero de un lado a otro mientras me volteaba a ver con una sonrisa. —Wow —me dijo. —Sí, wow. —Y pensar que apenas llevamos un día aquí —me dijo riendo ...